domingo, 15 de noviembre de 2015

“Las inundaciones y las sequías son dos de los grandes retos del futuro”

DEBARATI GUHA-SAPIR | EXPERTA EN DESASTRES NATURALES Y CONFLICTOS

“Las inundaciones y las sequías son dos de los grandes retos del futuro”

La directora del Centro de Investigación sobre la Epidemiología de los Desastres analiza los efectos del cambio climático

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La profesora Guha-Sapir, en La Casa Encendida, en Madrid. La muñeca vendada se debe a una inflación, seguramente por teclear "demasiado". / ÁLVARO GARCÍA
El futuro que describe la doctora Debarati Guha-Sapir está lleno de inundaciones, sequías, terremotos y conflictos armados. Pero su visión de lo que le aguarda al mundo es más optimista de lo que cabría esperar. Esta experta en la investigación de desastres naturales y conflictos civiles a nivel global, directora del Centro de Investigación sobre la Epidemiología de los Desastres y profesora de salud pública en la Universidad de Lovaina (Bélgica) considera que cada vez hay más recursos y técnicas para socorrer a las víctimas y proporcionar ayuda humanitaria. Los efectos del cambio climático, como las mayores inundaciones y la sequía, son dos de las grandes amenazas, junto a la guerra, según la profesora, que recientemente dio una charla en La Casa Encendida de Madrid.
Pregunta. El mundo actual disfruta de avances jamás pensados hace medio siglo y, sin embargo, hay más desastres naturales que antes. ¿Por qué?
Respuesta. Efectivamente, los desastres naturales son ahora más comunes que hace medio siglo. En los años ochenta y noventa se llegaron a triplicar. Desde entonces se han estabilizado en más de 200 anuales. Sin embargo, si nos fijamos en los relacionados con el cambio climático, como las inundaciones y las sequías, veremos que han subido, mientras que los desastres geológicos, como terremotos y volcanes, han bajado. Prestamos más atención a los tsunamis, porque son más espectaculares, pero el mayor problema que tenemos son las inundaciones, que siguen creciendo. Y no solo en los países en desarrollo. Hace poco hubo 20 muertos en Cannes por ese motivo.
P. ¿El calentamiento es la única razón?
R. El calentamiento global ha provocado que las lluvias sean más frecuentes y más fuertes. Pero además la urbanización excesiva contribuye a empeorar la situación. Construimos ciudades enormes llenas de hormigón, sin dejar el suficiente suelo abierto que absorba el agua de lluvia. Todo está cubierto con cemento. Eso es insostenible. Incluso una tormenta común puede convertirse en una inundación. Los deslizamientos de tierra, tan habituales en países más pobres, están también relacionados.
P. ¿Las grandes ciudades están en peligro?
R. Lo están. El suelo tiene una capacidad limitada para absorber agua. Las inundaciones ocurren a veces en los centros urbanos porque no hay capacidad de drenaje. Así que el cambio climático es un factor, pero no el único. Si miras las estadísticas ves cómo el número de inundaciones que han provocado daños importantes e incluso muertos en Europa con repercusiones negativas está creciendo.
P. El pronóstico no parece muy halagüeño.
R. Bueno, tenemos la certeza de que las inundaciones van a seguir creciendo en todo el mundo, incluida Europa. Por eso tenemos que mejorar los mecanismos de respuesta ante las lluvias intensas. También hay que trabajar en la prevención de las sequías. Hay que tener en cuenta que el impacto suele ser más devastador en los países con menos recursos. Una sequía en España o en California tiene efectos negativos, pero en África suele acabar en tragedia. Las inundaciones y las sequías son dos de los grandes retos del futuro.
P. ¿Cómo afrontar el incremento de estos desastres?
R. Las predicciones meteorológicas son cada vez más acertadas. Lo que no tenemos es una respuesta eficaz. No tenemos un gatillo, un detonante, que vincule una alerta determinada con una respuesta automática. Ahora hay 2,8 millones de personas gravemente afectadas por la sequía en Malaui. Y nadie está haciendo nada al respecto. No actuamos hasta que la situación se pone tan mal que la gente empieza a morir. Y, cuando llegamos a ese extremo, la asistencia tarda un mes en llegar.
“La mayoría de la población de zonas en guerra no querría dejar su casa si tuviera acceso a servicios básicos”
P. ¿Qué podemos esperar de la cumbre del clima que se celebrará en París en diciembre?
R. En esas cumbres se habla de lo que sucederá en 50 años, pero
lo que tendríamos que hacer es transformar esas discusiones que se mantienen en la estratosfera en acción sobre el terreno. Hemos hecho muy poco por los granjeros, por los agricultores, en Vietnam, en China. Tenemos que ayudarles a adaptarse a los cambios, que sepan por ejemplo las consecuencias de la deforestación.
P. Junto a varios colegas, ha dirigido un equipo que publicó el pasado septiembre en la revista British Medical Journal un análisis exhaustivo de las víctimas de la guerra en Siria.
R. Ese conflicto es el mayor desastre humanitario desde la II Guerra Mundial. Hemos querido aportar evidencia científica de que las armas explosivas tienen efecto desproporcionado y letal en niños y mujeres. Analizamos 78.769 muertes violentas ocurridas en Siria entre 2011 y 2015 para comprobar el impacto de los distintos tipos de armas sobre la población civil y vimos que el 25% de las víctimas de las bombas son mujeres y niños, casi todos residentes de territorios controlados por los rebeldes.
P. Había elementos que apuntaban a eso desde hace tiempo. ¿Qué aportan los datos?
R. Documentar las muertes en un conflicto es esencial. En esa guerra se habla de unas 200.000 víctimas mortales. Hay que saber quiénes son. Con ese estudio hemos establecido un patrón. El régimen sirio y las facciones rebeldes aseguran que sus objetivos son el enemigo. Los datos muestran que esto no siempre es así, y no porque haya una estimación de alguna organización, sino porque hemos contado una a una las víctimas según los registros hospitalarios. Esto es una prueba más de que es la población civil la que acaba siendo víctima de los bombardeos. Los responsables de estos, también entre la comunidad internacional, deben ser conscientes de que mueren muchos niños.
P. El recrudecimiento del conflicto está provocando grandes oleadas de refugiados que huyen de la zona.
R. Ningún control de frontera, ninguna valla va a detener a la gente que huye, porque no les queda más remedio que irse. Creo que Europa debería ampliar sus cupos de acogida de refugiados. A largo plazo la comunidad internacional tendría que intentar paliar los problemas en los lugares de origen. Los acuerdos de paz no siempre dan a la gente lo que necesita. La población quiere un trabajo, comida y escuelas. La mayoría de la población no querría dejar su casa si se les proporcionara unos servicios básicos.
P. No siempre es posible proporcionar ayuda en medio de un conflicto. En Siria, por ejemplo.
R. Es cierto que Siria es un caso especial, porque es un conflicto muy intenso. Aun así conozco a un refugiado sirio cuya familia quiere seguir allí mientras tengan lo mínimo. En otros países, con conflictos más estancados, se pueden hacer muchas cosas. En general, la ayuda humanitaria ha mejorado de forma increíble en los últimos años.

LA CAVERNA CONTRA LA UNIVERSIDAD VENEZOLANA

La Caverna contra la Universidad

Desde el espacio que Trucutú convirtió en caverna, se acordó la semana pasada pedir la intervención de las Universidades Nacionales.
Desde el espacio que Trucutú convirtió en caverna, se acordó la semana pasada pedir la intervención de las Universidades Nacionales.

 
Sólo les falta el grito bárbaro del general franquista, Millán Astray, en la augusta Universidad de Salamanca, de ¡Muera la Inteligencia!

Humberto García Larralde / 
Humberto_Garcia_Larralde_1Desde el espacio que Trucutú convirtió en caverna -blandiendo su mazo contra todo asomo de civilidad-, se acordó la semana pasada pedir la intervención de las Universidades Nacionales. Los considerandos que pretenden motivar la petición cavernícola, se inician con lo siguiente: “Que el Estado hace esfuerzos extraordinarios para aportarles recursos a estas universidades, paralizadas sin explicación alguna…”.
Pero sucede que este “esfuerzo extraordinario” está muy lejos del que se hace para las compras militares. En momentos de graves penurias por la falta de dólares, Maduro anuncia la adquisición de 12 caza-bombarderos Sukhoi 30 que, a $40 millones cada uno, suma cerca de los $500 millones. Al tipo de cambio oficial de 6,30 Bs/$, cubriría íntegro el presupuesto de 2015 de la UCV; a la tasa SIMADI, más que duplica el presupuesto inicialmente formulado para el Ministerio de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología para este año, y a dólar paralelo, la cifra es cuatro veces mayor. Con chocante cinismo la insuficiencia presupuestaria que nuestras máximas Casas de Estudio vienen padeciendo desde hace muchos años es escamoteada por una mayoría oficialista que prioriza la gastadera en armas que no necesitamos, mientras se vanagloria del “…esfuerzo extraordinario que hace el Estado venezolano para cumplir con un compromiso sagrado como lo es la educación”.
Desaparecen en este acuerdo las dificultades para reponer equipos y cargos profesorales, mantener la planta física, adquirir insumos de trabajo y reactivos para laboratorios, así como para evitar el deterioro de los servicios estudiantiles y hacia la comunidad, que quebrantan la calidad de los procesos de enseñanza-aprendizaje, de investigación y de extensión, que son la razón de ser de estas universidades. Y, como si la situación no fuese suficientemente crítica, el Ministerio de Educación Superior, avalado por un dictamen del Tribunal Supremo de Justicia, las obliga a ingresar un gran número de nuevos estudiantes seleccionados con base a dudosos criterios que, junto a los que entran por méritos académicos, hacen prácticamente imposible atenderlos como se merecen.
El acuerdo prosigue con la reprensión contra universidades que, ante la caída de los precios del petróleo “…deberían aportar todo su conocimiento para la transformación de la sociedad venezolana”, porque ello es “…producto de la política de los Estados Unidos de Norteamérica para acabar con los países que han desarrollado políticas soberanas y que le impiden dominar el mundo…”.
Es decir, la entrega de nuestro país a Cuba, la venta de petróleo venezolano a países centroamericanos y del Caribe a descuento y en condiciones sumamente ventajosas y muchas veces incobrable sino en especie –alimentos, textiles-, la rebaja a la mitad de la deuda que República Dominicana, Jamaica y Uruguay tenían con nosotros, la hipoteca de la producción petrolera a China debido al endeudamiento con ese país, y la sarta de negocios turbios con los dineros dePdVSA que afloran en AndorraPanamá y EE.UU., son expresión de “políticas soberanas y que le impiden [a EE.UU.] dominar el mundo” (¡!).
Y, sin rubor alguno, señala como razón del “cúmulo de dificultades” por la que atraviesa el país,
“….la guerra económica (¡!), el cerco financiero de los diferentes organismos internacionales que impide que la República Bolivariana de Venezuela pueda obtener préstamos, la vigilancia feroz que establecen los Estados Unidos de Norteamérica sobre el pago de los bonos de la deuda pública, en la búsqueda de que el Estado no pueda pagar para declarar a Venezuela, ‘Estado Insolvente’, y aplicar la misma política que hoy ejercen sobre Argentina.” (¿?).
¡La eterna conspiración contra la “revolución”, tan a flor de labios en los fascistas, para eximirse de toda responsabilidad en el desastre que han provocado en contra del bienestar de los venezolanos! Pero ahora, idioteces como la “guerra económica” se esgrimen para comprometer en este “atentado” a las universidades por desdeñar su deber patriótico de aportar ideas sobre estas sandeces.
El acuerdo pasa después a ofender abiertamente a las universidades autónomas por convertirse en “espacios de decadencia”, cuyos integrantes han secuestrado “…el ámbito académico y científico, para generar procesos de insubordinación ante la ley, que incluyen, el apoyo a salidas inconstitucionales y violentas en contra del Gobierno democráticamente electo por la mayoría del pueblo venezolano.” Es decir, la criminalización del justo reclamo salarial y por la dotación presupuestaria adecuada, que sitúa a los universitarios como “golpistas”, agentes de los oprobiosos factores mencionados arriba.
Terminan los considerandos mintiendo sobre una supuesta anuencia de FAPUV[1] en no interrumpir sus actividades, dada su satisfacción (¿?) con la segunda Convención Colectiva ÚnicaLo cierto es que los trabajadores universitarios padecen hoy los peores niveles de remuneración real de que se tenga memoria, dada la altísima inflación desatada por el obstinado empeño del Ejecutivo en mantener políticas destructivas de la actividad económica. Hoy un profesor universitario, con el ajuste reciente de sueldo que el oficalismo se jacta en ensalzar, gana apenas la octava parte de lo que perciben sus colegas en otros países de América Latina[2]. El sueldo de un docente a dedicación exclusiva y de escalafón Titular -el máximo que se puede percibir-, ni siquiera llega a la mitad del costo de la canasta básica para una familia de cinco que registró Cendas para septiembre.
Pero además, el acuerdo de la caverna ignora adrede las actividades académicas como la investigación y la docencia de postgrado que se siguen realizando. Pero el “extraordinario esfuerzo” (¡!) que el Gobierno hace en materia de educación, no cubre las vacantes profesorales para atender el número inflado de nuevos estudiantes en pregrado, y tampoco remuneraciones a veces inferiores al salario mínimo motiva a los docentes a asumir una sobrecarga de trabajo para –así- sacarle las patas del barro a la irresponsable y demagógica política de ingreso que impuso el Ministerio de Educación Universitaria. La FAPUV, atendiendo una invitación del ministro a conversar sobre los reclamos salariales, le hizo una contrapropuesta que, dos semanas después, todavía no ha sido respondida.
Y todo este montaje truculento es para “sugerirle” al Gobierno a que demande a los rectores de estas universidades “por perjuicio al Estado Venezolano”, que tome medidas ante “el paro ilegal desarrollado” y que realice ”una auditoría a las universidades que están paralizadas (…) que analice el uso de los recursos que el Estado ha entregado para el funcionamiento, mantenimiento y cancelación de sueldos y salarios a personas que no han trabajado”.
En primer lugar, nadie ha llamado a paro. Luego, como todo el mundo sabe, las universidades autónomas son las instituciones más inspeccionadas, auditadas y vueltas a auditar, de todo el sector público. La mayoría oficialista que se ha hecho oídos sordos a la innumerable cantidad de peticiones de diputados demócratas porque se abran investigaciones sobre los sobreprecios denunciados en contratos, procuras y servicios prestados al sector público, sobre los negocios turbios a través de PdVSA –remember Pudreval y el lavado de millardos de dólares en Andorra-, se “escandaliza”porque los profesores estarían cobrando su miserable sueldo sin estar incorporados al 100% de sus actividades. No puede olvidarse que la cueva también la han transformado en refugio de Alí Babá y que los cavernícolas son duchos en aplicar la lección de Sun Tzu: “la mejor defensa es la ofensiva”.
No otra cosa puede esperarse del fascismo venezolano que un acuerdo como el comentado en estas líneas. Necesita cultivar la ignorancia para que su representación maniquea de la sociedad, construida con base en simbolismos, pueda retratar a sus integrantes de “revolucionarios” dedicados al “pueblo” y exponentes de una “izquierda” moralmente superior, que se enfrenta a una “derecha”, traidora de la patria y empeñada en destruir las “conquistas” que ese pueblo consiguió bajo la iluminada conducción del comandante eterno.
Es misión de toda universidad digna de llamarse tal, desmontar esta representación falsa, primitiva, de odio y destrucción, que alimenta las ansias de control fascistas. Como instituciones comprometidas con la búsqueda de la verdad, las universidades son factores imprescindibles de progreso, de defensa de las libertades y de sostenimiento de los valores de convivencia ciudadana. Pero para el pensamiento troglodita a la universidad no le corresponde preguntarse por el “qué” ni el “por qué” de las cosas, fuente de la indagación científica, sino sólo por el “cómo”, técnico e instrumental, ya que el “qué” y el “por qué” ya fueron decididos y grabados en piedra por el iluminado. Es el afán de imposición de un pensamiento único que asfixie los señalamientos críticos que le corresponde hacer las universidades ante las injusticias y desaciertos en la conducción del país. Porque de eso trata el pensamiento único, de legitimar el ignominioso régimen de expoliación que ha arruinado a los venezolanos y defender el enriquecimiento de una oligarquía milico-civil que no tolera que sean expuestas sus vagabunderías.
No es de extrañar, entonces, la retaliación de los cavernícolas: la universidad venezolana, autónoma y democrática, siempre estará en sus antípodas y su mera existencia es referencia que expondrá irremisiblemente -por contraste- la podredumbre y bancarrota moral de los que hoy defienden desde el poder uno de los regímenes más primitivos, reaccionarios y represivos de América. ¡Qué vergüenza que una bancada autoproclamada de “izquierda”, asuma la postura de una dictadura al pregonar la intervención de las universidades, en violación de lo dispuesto en el artículo 109 de la Constitución Nacional y desconociendo los invalorables aportes al país que estas Casas de Estudio han realizado en el ejercicio de sus fueros autonómicos! Sólo les falta el grito bárbaro del general franquista, Millán Astray, en la augusta Universidad de Salamanca, de ¡Muera la Inteligencia!
Razón contundente para acudir a votar el 6-D por un cambio que permita sacar a Trucutú con todo y mazo y su tribu de trogloditas, y transformar la caverna en un espacio de discusión, de intercambio de ideas en libertad, animados por los mejores esfuerzos de recuperación y desarrollo de la nación venezolana. La universidad autónoma y democrática será un valioso baluarte en este empeño

MILITARES, VERDADEROS HIJOS DE ...CHAVEZ.

Militares, verdaderos hijos de… Chávez

Quebrar un país petrolero con 100 años de explotación y con las mayores reservas de hidrocarburos del Hemisferio Occidental, es toda una “hazaña militar”.
Quebrar un país petrolero con 100 años de explotación y con las mayores reservas de hidrocarburos del Hemisferio Occidental, es toda una “hazaña militar”.

 
A los 105 de la creación del ejército nacional[1], ¿Para qué ha servido el militarismo en Venezuela?

Pablo Hernández Parra / 
Pablo_Hernandez_Parra_1El asalto y saqueo del tesoro público ha sido un rasgo común a todo el militarismo venezolano desde la instauración de la república en 1830 hasta hoy [2]. En cualquiera de sus formas históricas, tanto en el viejo tipo de las montoneras armadas de los terratenientes feudales, como el moderno, de los militares“revolucionarios y socialistas” del actual ejército venezolano, fundado en 1910 por Juan Vicente Gómez“amarrar los caballos en Miraflores” ha sido el primer paso del elemento militar para repartirse el botín público, fin último y verdadero de todas las “revoluciones y asonadas” de la cual está llena nuestra historia.
En la versión oficial del actual gobierno sobre nuestro reciente pasado como sociedad, se ha hecho lo posible e imposible para presentar a las actuales fuerzas armadas como un “Ejército de Vencedores“, supuestos continuadores de la“epopeya” patriota de la guerra de independencia y, claro, ellos como los nuevos próceres de la “segunda independencia”. Autocalificados como hijos de Bolívar, a pesar de que su verdadero “Padre fundador” es el mismísimoBenemérito[3], sin olvidar que la educación, entrenamiento y formación del “Ejército de Vencedores“ desde sus orígenes hasta hoy ha estado bajo la influencia y guía de misiones y de instructores militares extranjeros de Chile, Francia y EEUU, en especial de la tristemente célebre Escuela de la Américas[4].
Históricamente y luego de más de un siglo de actuación como ejército “profesional, obediente y no deliberante”, el balance de esta fuerza militar organizada no deja lugar a ninguna duda sobre los intereses de clase a quienes ha servido y ante los cuales ha estado a disposición. Ha sido el soporte fundamental del Estado Venezolano y del capital privado nacional e internacional (especialmente petrolero), y en consecuencia no se le conoce en estos cien años de existencia una sola acción, combate o batalla en defensa de los intereses, reivindicaciones o derechos de las mayorías del país, especialmente su población trabajadora. Y no puede esperarse otra misión y función de un ejército dentro de una sociedad dividida en clases[5].
Qué en determinadas épocas este militarismo haya jugado un papel en la modernización del Estado y en consecuencia este accionar haya repercutido en la sociedad venezolana, no se debe a la obra del “gendarme necesario” o del“comandante galáctico” en su versión moderna, y mucho menos a la “necesidad de un cuerpo armado que garantice la seguridad, la paz y la defensa de los derechos democráticos” de las mayorías de la sociales[6]. Las obras y transformaciones ocurridas en Venezuela, especialmente en los primeros 58 años del siglo pasado bajo el mandato de gobiernos militares, les fueron impuestas a éstos por las condiciones materiales históricas concretas que el ascenso del capitalismo como modo de producción dominante exigía en Venezuela. El inicio de la explotación del petróleo en el país significó no solo el nacimiento de nuevas clases sociales, este capitalismo, también requería de vías de comunicación y transporte, clase obrera, profesionales y clases medias, un ejército permanente, mercado interno, moneda común, mejoramiento de las condiciones de salud, educación y vivienda para los sectores productivos, etc. En definitiva, la construcción del Estado moderno con un ejército permanente y su ingrediente de populismo bonapartista tiene una larga historia en América Latina y en el mundo[7].
El verdadero legado y la “misión” de Chávez
En 1989 a raíz del Caracazo y la consecuente quiebra de los viejos partidos socialdemócratas, el único partido organizado, disciplinado y compacto que le quedaba al sistema para coronar la Reforma al Estado iniciada en la década de los 70’-80’ del siglo pasado, era ejército[8]. Por lo tanto, quienes aún pretendan analizar al gobierno militar de Chávez y guarden esperanzas en un nuevo mesías militar o político, y sobre todo en unas fulanas “reservas morales, patrióticas y nacionalistas” en el ejército venezolano, es seguro que nuevamente saldrán con las tablas en la cabeza. Un ejemplo de estas ilusiones, a menudo difundidas entre los diversos sectores de la población -especialmente en épocas de crisis-, lo podemos observar desde la llamada “izquierda” donde aún hay sectores que plantean como medio para la transformación del país la construcción de una “… fuerza, un movimiento cívico-militar-religioso, de contenido nacionalista, popular y patriótico que defienda la soberanía de la República venezolana y los derechos de su población”[9].
Por su parte, desde la llamada “derecha” la ilusión no solo es compartida como lo expresa Rocío San Miguel, especialista en el tema militar: “Siempre he tenido esperanza de las posibilidades del ser humano y sus reservas morales…. No me cabe la menor duda que hay efectivos militares que están dispuestos a hacer cumplir la Constitución y que apuestan al retorno del carril constitucional”[10]sino que la Sra. San Miguel la convierte en fundamento de su análisis sobre el tema, cuando nos suelta esta perla:
“La Fuerza Armada es un reflejo de la sociedad, no se puede negar que hay elementos polarizados extremos. No me cabe la menor duda de que las tres terceras partes de la Fuerza Armada son institucionales, porque ella tiene un ADN democrático. La Fuerza Armada está formada mayoritariamente por tres décadas: los 80, 90 y de 2000 en adelante. Son tres décadas donde se formaron militares con valores profundamente democráticos”[11].
Hoy no se puede analizar la realidad mundial y en consecuencia la situación de Venezuela si se olvida o subestima que desde hace mucho tiempo los Poderes de los llamados Estados nacionales han sido sustituidos por el poder privado de la banca mundial y las grandes compañías transnacionales. Desde que la burguesía ha establecido su sistema y orden dominante, y tiene en sus manos el Poder del Estado, ha instaurado su principio fundamental: El intercambio de mercancía y el estricto pago al contado en función de la máxima gananciaPor lo tanto, en el Reino del capital aquí en la Tierra el dinero es el único y verdadero Dios reinante y Todopoderoso. Es omnipresente, omnisciente, omnipotente y para el cual todo es posible. Por ello el capital ni el dinero tienen patria alguna por cuanto el mundo les pertenece; tampoco tienen Dios a quien idolatrar porque, sencillamente, se sirve de todos los dioses “existentes” o, simplemente, los crea a su imagen y semejanza para la consecución de su fin esencial: la máxima ganancia, sobre la base de la explotación, opresión, control y sometimiento de la mayoría de la humanidad. Y precisamente la garantía y soporte de todo este sistema y orden establecido es el ejército y su aparato de violencia. ¿Qué sería de Wall Street y la City de Londres sin los Marines de EEUU y la OTAN?
¡Ave César, los que van a morir te saludan!
Hoy, de nuevo, la población venezolana, a través de todos los medios de comunicación públicos y privados del gobierno u oposición, está siendo sometida a grandes dosis de opio, morfina, ayahuasca, marihuana y cocaína mezclados proporcionalmente en ese “poderoso y maravilloso” cóctel que se llama “ilusión democrática”, cuyo nuevo empaque comercial: “todo cambiará el 6 de diciembre”, esconde convenientemente la catástrofe humanitaria que apenas ha comenzado en Venezuela y que toda la banca internacional anuncia con bombos y platillos, tal como el economista venezolano Francisco Rodríguez, del Bank Of America-Merryl Lynch, nos anuncia en su último Libro Rojo sobreVenezuela donde, desde el inicio del mismo nos envía este adelantado mensaje de navidad:
“Venezuela se enfrenta a lo que podría llegar a ser el mayor shock externo de su historia, y creemos que es cada vez más evidente que este es un lugar permanente y no una situación temporal. El país está reaccionando a este choque a través de una combinación de recortes de importación y el agotamiento de activos. Sin embargo, en nuestra opinión, la magnitud del ajuste sigue siendo insuficiente y reducciones adicionales de importaciones serán necesarias para estabilizar las cuentas externas”[12].
En esa misma dirección declaran los representantes del Barclays en Venezuela, según los cuales aun cuando el país lograra en los próximos dos años conseguir un poco más de 20.000 millones de dólares para pagar los compromisos de la deuda externa, aun así el Estado venezolano “sería incapaz de aumentar las importaciones y salir de la crisis de escasez, inflación y recesión”; y agrega Alejandro Grisanti, analista de Barclays Capital: entre 2014-2016 Venezuelasufrirá una “caída del PIB por habitante de 22%, casi una cuarta parte de lo que produce Venezuela se va a perder en estos tres años. Una inflación acumulada de 1.000% y al final una muy fuerte depreciación de la moneda”[13].
En palabras cristianas: la crisis no ha comenzado, el ajuste ahora es cuando viene. Lo vivido por los venezolanos en los últimos dos años son los preliminares y necesarios ejercicios de yoga y ayuno para enfrentar el hambre que viene y sobrevivir a la guerra civil declarada por el gobierno, el ejército y la delincuencia común contra la sociedad venezolana, cuyas primeras escaramuzas llevadas adelante en los pasados 25 planes de seguridad han dejado en las calles y campos de Venezuela más de 250.000 asesinados y un millón de bajas, para la conquista de la segunda independencia y tener patria. La construcción del hombre nuevo y el logro de la máxima felicidad posible, objetivos delineados por el delfín y heredero del trono en sus reiterados y manidos discursos, se materializarán cuando se cumpla el nuevo Plan de la Patria…. ¡pero en el 2030!
Es indudable que quebrar un país petrolero con 100 años de explotación petrolera y con las mayores reservas de hidrocarburos del Hemisferio Occidental es una “hazaña militar” que deja como un juego de niños los 40 años de la democracia adeco-copeyana y aun los mismos 300 años de la colonia. Es innegable que estos genios de la guerra“hechos en socialismo” merecen el reconocimiento mundial. No es fácil librar combates, organizar asaltos y vencer en batallas cuando el teatro de operaciones son las arcas de PDVSA, el Banco CentralMinisterio de FinanzasCADIVI, CENCOEX, las aduanas, fronteras, puertos y aeropuertos, el ministerio de alimentación y tantos frentes de guerra, donde solo titanes, verdaderos hijos de… Chávez pudieron lograrlo.
¡Todo militar en cualquier país del mundo es el administrador de la violencia del Estado contra los trabajadores. Por lo tanto, cómo pueden los trabajadores esperar cambios y libertades de quienes fueron educados, entrenados y pagados por ese Estado para defender el orden de la minoría dominante y garantizar la seguridad de sus negocios!
¡Una nueva sociedad basada en el amor, trabajo y conocimiento no saldrá de una urna de votación, de las palabrerías y mentiras de un caudillo o de las promesas de un candidato electoral, será únicamente producto de la unión, organización, conciencia y lucha de los trabajadores contra el capital, su Estado y representantes!
¡Solo en manos de trabajadores, asalariados, estudiantes y clases medias está la salida a la crisis!
¡Sin claridad de objetivos seguiremos a la cola de los representantes y testaferros políticos y militares de “izquierda” y de derecha, del capital!

EL ARTE DE LA GUERRA-SUN TZU(COMPLETO)

La guerra de Siria explicada en 5 minutos!