VENEZUELA: LOS VIENTOS QUE SOPLAN PARA EL
2022.
Ya
los expertos en las distintas áreas de las ciencias sociales han venido
señalando los posibles escenarios que deben presentarse para el próximo año en Venezuela
tomando en consideración la dinámica social bien compleja y que de alguna
manera tiende a consolidar un régimen autoritario si los sectores democráticos persisten
en mantener las estrategias erróneas que han generado fracasos , desmovilización,
escepticismo y decepción en las grandes mayorías lo cual incide en la pasividad
y en la posición de desentenderse de la política y asumir el mimetismo social
como forma de sobrevivir en escenarios en los cuales no ven salidas a corto
plazo ni tienen confianza alguna en aquellos partidos o líderes que han dirigido
las acciones políticas en los últimos años y cuyos resultados han sido
decepcionante para la mayoría de venezolanos que aspiran un cambio político y
social.
Así mismo esos expertos estiman mayor profundización
de la desigualdad social y con ello mayor pobreza y la constitución de micro
capas privilegiadas entre los mismos pobres. Vamos a presenciar la constitución
de diferencias entre quienes se debaten en no morir en la pobreza, no será el
mismo pobre que trabaje en el sector privado a quien trabaje en el público, así
mismo no será igual el pobre que recibe remesas de quien no recibe, igualmente
el pobre que trabaja por cuenta propia no será igual de pobre de quien dependa
de un trabajo formal, y menos será igual el pobre jubilado y pensionado de
aquel que no lo es. Por otra parte se prevé un crecimiento importante del
delito común. Ahora el robo, secuestro y extorsión estarán dolarizado y quienes
participen y se beneficien de esos delitos obtendrán más privilegios. También están
los pobres con poder político en la cuadra, calle o manzana del barrio, estos tendrán
mayor acceso a bienes y servicios que los pobres comunes.
De la otra parte, la del capital, también
se fortalecerá el Capitalismo de Amigos. Se trata de continuar implantando el
modelo de Estado capitalista llevado a cabo por Vladimir Putin en Rusia. Este
modelo consiste en desarrollar un capitalismo cuya acumulación no es originaria
sino que es producto de la apropiación de empresas del Estado por parte de los
dirigentes y militares que sostienen el poder, estos al tener fortaleza política
y financiera generan alianzas con capitalistas tradicionales que por sus
propios intereses se han hecho amigos del régimen o que al no ver otra salida
acceden a ser accionistas de sus amigos en el poder y son sus servidores para
lavar el dinero saqueado a la nación, así se va construyendo un capitalismo de
amigos producto del saqueo financiero y
de recursos naturales. En el caso venezolano, quienes ostentan el poder, han
saqueado los dineros del Estado, quebrado a las empresas básicas como PDVSA y
SIDOR, han creado grandes consorcios agroalimentarios, explotan el llamado Arco
Minero de donde extraen oro, diamantes y coltan, minerales que colocan fuera
del país por vía del contrabando, a tal punto que de todo el oro extraído solo
se reporta al Banco Central entre el 10 y 15 por ciento, el resto se va a otros
países ilegalmente. Todo ese entramado lo controlan los altos jerarcas civiles
y militares del régimen por un lado y por el otro está el PRANATO, el ELN
colombiano, todos socios de esa misma empresa extractiva, obteniendo ganancias que superan los 2 mil
millones de dólares al año.
Lo anterior descrito es apenas una
pincelada del drama que vive Venezuela. Ahora bien, las cosas seguirán ese
curso si en el sector democrático no hay un cambio de estrategia, de actitudes.
El autoritarismo delincuencial que domina a Venezuela seguirá fortaleciéndose si
el sector democrático no reflexiona y cambie su manera de hacer política.
Sabemos que seguramente el próximo año la
solicitud de referendo revocatorio ocupará la atención de todos. Pero no todo
es lineal, allí se presentarán algunas situaciones que le van a dar una
singular caracterización a este momento político. Veamos, ese escenario del
revocatorio se presenta con una oposición muy dispersa y en un complejo
conflicto intergrupal, con un pueblo desmovilizado y con una migración que no
para, así como también con una votación cada vez más disminuida por parte de la
MUD y una votación aún muy disminuida de la llamada Alianza Democrática, si
tomamos en consideración las elecciones regionales y locales de 2021 y las
comparamos con las parlamentarias de 2015 y regionales del 2017. Esto es importante
señalarlo pues para revocar el mandato de Maduro o ganarle las elecciones del
2024 se debe enfrentar las siguientes amenazas y condiciones:
1. Solicitar
la activación del referendo revocatorio. Hemos visto que ya se inició la
carrera para ver quién es el más avispado en solicitarlo primero. Por cierto
quienes ya fueron al CNE a solicitar un reglamento sobre el revocatorio son
quienes llamaron siempre a la abstención pues sostenían que ese CNE es del
gobierno. Allí la primera traba, no hay una ley que norme ese evento.
2. quienes solicitan referendo revocatorio
saben bien que esa consulta se realizara cuando el gobierno este seguro que no
la perderá.
3. quienes piden referendo lo que realmente
buscan es capitanear parte de la oposición y desplazar a todo grupo o dirigentes
como les sea posible, es decir, el escenario del referendo es la continuación de
la lucha interna de la oposición por ver quién controla espacios, no es por
salir de Maduro, es por continuar en esa enfermiza tarea de seguir suicidándose
políticamente.
4. si quienes ostentan el poder deciden
realizar el referendo revocatorio lo más probable es que lo ganen, pues, la situación
cuantitativa así lo demuestra. Veamos, para revocar a Maduro se necesitan como mínimo
6248865 votos, pero en la reciente elección regional los votos de la MUD y de
la Alianza Democrática apenas llega a 3502546 votos, también se debe resaltar
que otros factores no PSUV obtuvieron una
considerable votación, pero sumadas todas no llegan a 5 millones de votos, los
cuales son insuficientes para revocar a Maduro, sin contar que seguramente
parte de la oposición con o sin razón no participaría en este evento. En este
punto es donde la división, la migración y la abstención inducida por tanto
tiempo pesan demasiado.
5. de concretarse ese escenario se profundizaría
aún más la decepción y la desmoralización de amplios sectores democráticos que
realmente quieren un cambio y no están al tanto de saber y conocer los oscuros
intereses que mueven a muchos actores políticos que solo les interesa complicar
más las cosas porque pareciera que les conviene que Maduro siga en el poder y
ellos simulando querer sacarlo porque de esa manera continúan manejando
recursos financieros sin ningún control entregados por otros gobierno al
Interinato del G4 o recibiendo dinero para sus fundaciones. Esa población desmoralizada
difícilmente tenga voluntad de salir a votar en las elecciones presidenciales
de 2024.
6. obviamente lo más sensato es hacer un
gran esfuerzo durante todo el 2022 para dirimir las diferencias en el sector democrático
y lograr un acuerdo electoral y programático con miras a las elecciones
presidenciales de 2024 donde Maduro tendría muchas probabilidades de perder
pues el PSUV logró en las elecciones regionales 2021 la cantidad de 4053073
votos lo cual lo hace muy vulnerable. El solo hecho de construir una alianza política,
electoral y programática le daría un gran impulso al objetivo de lograr el
anhelado cambio en el país.
7. siendo así, se debería presentar una situación
de reacomodo dentro del sector democrático donde se constituyan nuevas alianzas
y hasta fusiones entre organizaciones con propósitos, fortalezas y debilidades semejantes,
pues no tiene ningún sentido político mantenerse con un archipiélagos de grupos
y grupitos cuando el verdadero adversario siempre está unido para cada batalla.
8. es posible que en ese proceso de
reacomodo surja un nuevo liderazgo individual o colectivo que le ofrezca
confianza al elector democrático de tal manera que logre motivarlo a lo
organizativo y a la movilización, se me ocurre que Avanzada Progresista y
Fuerza Vecinal pudieran iniciar un acercamiento en ese sentido.
9. de no lograrse la alianza deseada necesario
es construir una nueva mayoría, seguramente eso pasará por deslindarse
definitivamente del G4 y de la Alianza Democrática. El 2022 será un año
crucial: o construimos las bases para lograr que la mayoría de la población de
claro convencimiento democrático alcance el poder del Estado para lograr instaurar un gobierno democrático o permitimos
con nuestras acciones u omisiones que el autoritarismo delincuencial se apodere
definitivamente del país y no les quede a la gente otra opción que huir de
estas tierras.
10. si las circunstancias nos obligan a
participar en la convocatoria del referendo revocatorio debemos hacerlo con
tres lineamientos: Primero para organizar y educar políticamente al pueblo. Lo
cual conlleva a hacerle entender a la población que el referendo es un espacio
y momento de lucha, que podemos ganarle a Maduro aunque legalmente no lo
revoquemos, pero esa victoria nos fortalece para el objetivo central que serían
las elecciones presidenciales del 2024. El segundo lineamiento es lograr sacar
al pueblo de la inmovilidad, sacudirlo y motivarlo para la batalla principal y
el tercer lineamiento es lograr que ese pueblo organizado y movilizado obligue a
los grupos y partidos opositores a unirse en la alianza política, electoral y programática.
FREDDY PEREZ.
11/12/21.