VENEZUELA 2016: DIÁLOGO O CONFRONTACIÓN
No se necesita
ser un adivino para entender que el próximo año 2016 será un año en el cual las
circunstancias sociopolíticas lo caracterizarán como un año decisivo para el futuro
del país.
En el año 2016
se tomará una decisión definitiva entre el dialogo o la confrontación. Confieso
que me asusta la llegada del nuevo año; la profundización de la crisis
económica la cual se expresará en más escasez e inflación, y un desmejoramiento
más acelerado de la calidad de vida, la cual pone los pelos de punta.
Si hoy nos
quejamos de que un 35 % del pueblo humilde solo está comiendo arroz con arepa
dos veces al día, para el próximo año será peor aún. Si el CENDAS sigue
midiendo las Canastas Alimentaria y la Básica llegará un momento en que no les
quedará espacios para escribir tantos números que meten pánico cuando se
revisan. Todo esto sucederá si el gobierno no cambia su política económica, y
por cómo van los tiros eso no sucederá: “No entregaremos la Revolución” (Maduro)
Los jefes de la
revolución han expresado claramente que el próximo año profundizarán la
revolución, que la revolución no se entrega significa que el poder no se
negocia, que el diálogo se manda al carajo, que una derrota electoral no
importa: “mandaremos con el pueblo y la fuerza armada en una junta
cívico-militar” grita el jefe socialista.
Asimismo,
queda deslegitimado que una derrota electoral el próximo 06 de diciembre les
tiene sin cuidado, debido a que han dicho claramente: “hay que ganar como sea”
y ladran: “los únicos que garantizan la paz somos nosotros”, es decir, si
ganan hay paz si pierden hay guerra. Así de simple es la concepción socialista
y bolivariana de los cambios sociales. El terrorismo de Estado en su máxima
expresión.
Comprendo que
el llamado Capomadurismo se encuentra en una situación difícil con el agravante,
que no tienen a alguien que pueda pensar cómo salir decentemente de este
atolladero y poder enfrentar la justicia con mediana entereza, pero lo que
también comprendo, es que el Capomadurismo se defenderá “como sea” pero de
verdad no se entregará, no se discutirá, ni consensuará una pisca de poder… fíjense
ustedes, eso que llaman la Sala Constitucional del TSJ se ha convertido de
hecho en una instancia supraconstitucional, que está por encima de todos los Poderes
del Estado y al ser sus integrantes fanáticos militantes del oficialismo es
claro que no permitirán una sola iniciativa de la nueva Asamblea Nacional, si
esa iniciativa pone aunque sea un pelo en peligro el férreo control del poder.
Si la Asamblea Nacional sanciona, por ejemplo, una ley de amnistía,
inmediatamente el Sr. Maduro consulta sobre el carácter constitucional de la
misma, lo cual supone una respuesta inmediata de esta sala: se declara
inconstitucional. Así pasará con cualquier otra ley que la nueva mayoría
democrática pretenda sacar adelante, se cerrarán las puertas del diálogo, el
régimen se las lanzará en las narices a la sociedad en general, sobre todo a
esa mayoría que realmente cree que a partir del 06 de diciembre habrá un
cambio.
Claro está, la
historia no es un proceso lineal, es muy contradictoria en su concreción, para
decirlo en el lenguaje marxista: la historia es dialéctica en su esencia y se
expresa a veces de manera incomprensible para aquellos que son segados por la
ideología. Y eso puede ocurrir, es posible que toda la maquinaria político
electoral del PSUV, militares, funcionarios, cubanos, chantajes, miedos,
entrega de dádivas, y cuanta vaina haya inventado el Capomadurismo para
mantenerse en el poder se caiga ese día y la gente exprese la arrechera que
carga silentemente en el voto ese 6D y el oficialismo quede tan aplastado
electoralmente que no les quede otro remedio que sentarse a regañadientes a
dialogar, eso es posible, lo social es muy complejo, cosas así han pasado y
pueden volver a pasar, pero, si el sector democrático gana con apenas mayoría
simple, cuidado si la Sala Constitucional no elimina a la Asamblea Nacional. Si
obtenemos mayoría simple, el Capomadurismo va directo a la confrontación y esa Asamblea
pasa a convertirse en el discurso oficial en la causante de todos los males que
padecen los venezolanos. En este escenario la represión será implacable, la Sala
Constitucional se convertirá en el instrumento mediante el cual el Capomadurismo
legalizará su profundo socialfascismo, la nueva asamblea estará permanentemente
asediada por los grupos paramiliares, pretenderán con ello crear una decepción
masiva y una profunda desmoralización en
el pueblo que conduzca a su inmovilidad política y social. Eso también puede
pasar y ha pasado.
Un factor que
hay que tener muy en cuenta es la capacidad e inteligencia política que pueda
tener el sector democrático para comprender el proceso histórico que se
avecina, porque a veces se ponen locos y son capaces de ver el árbol y perder
el bosque, se debe tener claro que si realmente queremos salvar este país, la
UNIDAD de los sectores democráticos, constitucionales y creyentes en el diálogo
como medio para el consenso social, no solamente es necesaria sino
imprescindible.
FREDDY PEREZ
CABUDARE A LOS 09 DÍAS DEL MES DE NOVIEMBRE DE 2015
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