NAVIDAD SIN PRESOS POLÍTICOS.
La Navidad es el tiempo donde el amor, la felicidad y la unión familiar son los protagonistas de nuestras vidas. Allí la Esperanza no como simple anhelo sino como un acto existencial de resistencia ante las adversidades debe tomar mayor fuerza y conciencia. La unión familiar es un derecho inalienable de todo ser humano, por ello no podemos echar al olvido a los 1400 presos políticos que suman los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, entre ellos 32 niños y más de 200 mujeres. Esas familias pasan intensamente tristes estos días navideños, sus niños no tienen esa alegría infantil por ausencia de sus padres. Que la fiestas navideñas donde la felicidad y el amor son en sí mismo un propósito común no nos haga olvidar a las familias de los presos políticos quienes anhelan también ser felices abrazando a sus seres queridos hoy secuestrados por las dictaduras de esos tres países .....
La solidaridad con los presos políticos, con sus hijos y sus familiares es un deber y una obligación moral, nadie, absolutamente nadie debe estar preso por pensar distinto a aquellos que controlan el poder.
El pensamiento y la expresión de ese pensamiento es un derecho de todo ser humano, de allí que la embriaguez de unas fiestas navideñas no borren esta terrible realidad, la cual junto a la pobreza, la desigualdad y la corrupción de las cúpulas gobernantes de estos gobiernos dictatoriales tienen a nuestros pueblos latinoamericanos en los peores niveles de pobreza y desarrollo económico.
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