EL RESPETO Y EL PODER: RESPETE PARA QUE LO RESPETEN
a sus creencias, ideas y a su
dignidad se valoriza cada ser. De allí
la conseja popular de “respete para que lo respeten”. El respeto no significa
estar de acuerdo con el otro o ser cómplice o callarse ante los atropellos o
abusos, el respeto significa el reconocimiento del otro a través de una
relación dialógica, de la búsqueda del consenso en función de solucionar
conflictos personales, vecinales o sociales. El respeto no significa” hacerse
el loco” (expresión venezolana, que significa desentenderse de algo que te
pueda comprometer) ante la mentira, la manipulación o el engaño venga de donde
venga, de ser así estaríamos
irrespetándonos nosotros mismos. El respeto comienza por uno mismo, cada humano
debe respetarse así mismo, respetar su vida, su cuerpo y su mente. Quien no se
respete así mismo difícilmente podrá respetar a los demás. El irrespeto es el
inicio a una vida signada por la intolerancia, la prepotencia, el abuso, la
desidia y la cual termina en práctica delictiva como una manera de vida. De manera
que el respeto no es solo un asunto axiológico, es también un problema
práctico, es producto de mi visión de vida la cual seguramente estará basada en
una posición filosófica o ideológica.
¿Se puede faltar el respeto? No se puede
confundir la lucha por la verdad, por la transparencia individual y colectiva,
por la sana convivencia o la lucha contra el poder abusivo por ejemplo, de un régimen despótico o
totalitario como falta de respeto a la autoridad. En ese caso el
cuestionamiento al poder se transforma en resistencia, resistencia a la
autoridad que apoyándose en el poder secuestra todos los espacios de la
sociedad civil, resistencia a un Estado que impone autoritariamente su
concepción de convivencia, resistencia a la falta de ética de quienes dirigen
al Estado. Esta resistencia no puede confundirse con falta de respeto, una
falta de respeto se hace cuando yo agredo a un ciudadano que cumple cabalmente con las normas de
convivencia y yo con mi conducta no permito que el ciudadano o la ciudadanía puedan
ejercer libre y democráticamente su cotidianidad. El irrespeto puede venir de
una persona, de un colectivo o de un Estado. Cuando el irrespeto viene dado por
parte del Estado el ciudadano tiene todo el derecho de resistir y rebelarse.
Cuando el irrespeto surge de una persona o de un colectivo es preciso agotar la
fase del diálogo para buscar acuerdos de no ser así la sociedad democrática
debe poseer los instrumentos jurídicos-normativos que realicen la tarea de
lograr la paz ciudadana a través del cumplimento de las normas de
convivencia. En todo caso la resistencia
y la rebelión son prácticas humanas que se usan como mecanismos de defensa
contra todo poder que pretenda someter injustamente la voluntad del ser humano.
En Venezuela este derecho a la defensa y a la resistencia se garantiza en el
artículo 350 de la constitución nacional a través del desconocimiento de
cualquier régimen, autoridad o legislación que contraríe los valores
democráticos o menoscabe los derechos humanos. Visto de este modo no existe
ningún irrespeto a la autoridad sino la preservación de los derechos
ciudadanos.
El valor del respeto puede tener una
connotación ideológica y una práctica basada en la razón instrumental en tanto
tenga su manifestación bajo el paradigma modernista. El respeto puede ser visto como un
instrumento del progreso ético social, así,
la manera de concebir el progreso tiene que ver con el respeto al orden
moderno establecido. De esta manera el poder accede al respeto en búsqueda de
su reproducción y legitimación
permanente, lo usa en esencia como un medio para impermeabilizarse de cualquier acción ciudadana que persiga el
desmontaje de la fuerza del poder.
Se trata entonces de entender que el respeto
se deriva de la conjunción de tres valores fundamentales los cuales estarán
siempre presentes en la vida humana dado que los mismos son de su propia
naturaleza, a saber. LA VIDA, EL AMOR Y LA LIBERTAD. Independientemente de que
el poder, en momentos históricos determinados, pretenda ocultar, manipular, pisotear
o acabar con estos valores los mismos permanecerán y resurgirán dado que son
los hombres quienes hacen a la sociedad, quienes hacen la historia
independientemente de la época, de manera que esos humanos siempre lucharan por
lograr la permanencia de esos valores dado que esa es su esencia, su
naturaleza.
Existen ejemplos históricos que confirman
esta visión del respeto. Solo vamos a apuntar dos de ellos de manera
ilustrativa, pero aclaramos existen muchísimos.
El primero tiene que ver con el proceso de
conquista y colonización que a partir del siglo XV las potencias europeas de
entonces: España, Gran Bretaña, Portugal y Holanda iniciaron en estas tierras
llamadas hoy en día América. Más que un proceso de conquista y colonización
este hecho se convirtió en el primer holocausto que conoció la humanidad, solo
que no iba dirigido al aniquilamiento de todos los judíos sino que se convirtió
en el aniquilamiento de millones de negros africanos y de los originarios
habitantes de estas tierras hoy americanas, llamados por los invasores: Indios.
La invasión a estas tierras produjo el
llamado comercio triangular, es decir
Europa, África y América lograron unir todas las tierras del
Atlántico y de esta manera crearon la primera
economía de carácter mundial. Dicha economía se basaba en la comercialización
de humanos traídos de África para convertirlos en mano de obra esclava en las
Antillas y en el continente americano. Producto de este comercio África perdió
más de sesenta(60) millones de habitantes, murieron en el intento de llegar a
estas tierras mas de treinta y cinco(35) millones de negros y fueron
aniquilados millones de indígenas, así como también fueron esclavizados más de
catorce(14) millones de personas. Todo ello en plena época el nacimiento de la
modernidad, con el empuje y legalidad de estos países, con la bendición de la
iglesia católica, es decir, todo el poder político, económico y religioso
unieron fuerzas para irrespetar a millones de humanos en uno de los episodios más vergonzantes que
haya tenido la humanidad. A más de quinientos (500) años de iniciarse este
holocausto ninguno de estos países a pedido disculpa y menos se ha indemnizado
a los países de América a los cuales les fueron saqueados sus recursos
naturales y asesinados a millones de seres humanos. El irrespeto a la vida, al
amor al prójimo y a la libertad fue evidente y aún el irrespeto continúa.
A pesar de todo el poder político, económico y
religioso que colocaba en práctica esta empresa colonizadora, la resistencia y
la rebelión se produjeron de manera inmediata. De allí el aniquilamiento de
todos los indígenas de nuestras Antillas y millones más en el continente, pero
aún así, quienes quedaron con vida seguían rebelándose, mas otro tanto fueron
convertidos a la servidumbre por y para
los invasores. Los negros esclavos desde un primer momento iniciaron por varias
vías su resistencia a su estado de
esclavitud, hasta llegar al punto de rebelarse e impulsar alzamientos que
terminaron en las llamadas cimarroneras. Los negros alzados eran llamados
cimarrones y lograron constituir los llamados palenques o quilombos los cuales
eran espacios geohumanos donde sus integrantes vivían libres. Este proceso de
rebeliones y alzamientos se dieron por más de tres siglos hasta la definitiva
eliminación de la esclavitud en el siglo XIX.
Mientras los negros esclavos
lograban su libertad por medio de los alzamientos, los amos y los países
dominantes, así como la iglesia exigía respeto, en nombre del respeto a la
corona y a Dios se esclavizó a todo un continente.
El segundo ejemplo es la llamada” Solución
final de la cuestión judía”, es el llamado holocausto. El plan concebido entre
1941-42 por el Estado Nazi, dirigido por Adolf Hitler, consistía en aniquilar
totalmente a la población judía de toda Europa y culminó con el aniquilamiento
de por lo menos seis (06) millones de judíos. Aquí se repite nuevamente el
irrespeto del poder por los valores esenciales: vida, amor y libertad.
Muchos otros casos podemos encontrar donde
se evidencia situaciones similares, como las guerras tribales y políticas en
África o el caso de los Palestinos ya prácticamente aniquilados por el Estado
Israelí o el caso de la purga política de Yosef Stalin contra sus adversarios
políticos, fundamentalmente los leninistas y trokistas donde murieron millones
de rusos, todo ello porque nadie podía faltarle el respeto al “gran padre” de
la nación soviética, es decir, el irrespeto al ser humano es una constante en
la historia, lo importante es que en la medida que se tenga un pueblo
consciente de sus derechos, debidamente educado de manera que no pueda ser
manipulado políticamente siempre habrá posibilidad no solamente de resistir
sino de rebelarse contra el irrespeto que el poder ejerce sobre la población.
En latinoamericana, donde sus pueblos se
caracterizan por un altísimo grado de pobreza, de inequidad y donde las
condiciones culturales, técnicas y científicas siguen estando en el olvido de
las agendas políticas de las élites dominantes, el irrespeto del poder al
pueblo es una constante. Dictadores, caudillos, demagogos y populistas se
arropan bajo el manto ideológico del discurso proteccionista y mesiánico hasta
convertirse en especie de mitos políticos religiosos. A través de distintos
mecanismos de dominación (ideológicos, mediáticos, asistencialistas y otros)
logran un control político social de grandes masas de la población, de esta
manera el irrespeto no es comprendido por estas masas y llegan a entenderlo más
bien como una especie de salvación que Dios ha enviado por medio de sus
gobernantes. Los latinoamericanos aún no hemos llegado al nivel de escoger
proyectos sociales o políticos para avanzar
en la senda del cambio social, en esta parte del mundo seguimos hombres,
decidimos por las emociones y no por la razón, cultivamos las lealtades y el
culto a la personalidad, todo ello ha favorecido que el poder continúe
irrespetando al pueblo.
Ahora bien, cuando el poder denuncia
irrespeto a su autoridad es porque de alguna manera se siente descubierto y comienza
a temer la venida de la resistencia y la rebelión, de allí que no hay cosa más
peligrosa que un poder pidiendo respeto.
En Venezuela, a propósito de la muerte del presidente Hugo
Chávez, se viene presentando una situación muy interesante y reveladora con
relación al tema del poder y el respeto. Es el caso que los autollamados apóstoles de Chávez con el objetivo de retener el poder
“heredado” no permiten que públicamente se haga una evaluación de los 14 años
de la llamada revolución bolivariana ni tampoco que se solicite la verdad de lo
ocurrido con la enfermedad del presidente fallecido, su tratamiento, sus
acciones de gobierno durante su convalecencia y menos que se dude del día de su
muerte. El poder por todos los medios a su disposición ordena callar, amenaza
con juicios y expresan que quien se atreva a hablar sobre el asunto está
irrespetando la memoria del presidente fallecido y a su familia, por lo tanto
quienes incurran en estos hechos están provocando al pueblo y ellos como herederos del “Cristo redentor
de los pobres” estarán al frente de cualquier acción que el pueblo decida
ejecutar (¿ ?). Véase como el poder utiliza el “respeto”, el cual es un valor
ético, como un manto protector para no rendir cuenta de una gestión que manejo más
de 900 mil millones de dólares, por solo citar un caso, colocan a la familia
del fallecido como instrumento legitimador
de esta estrategia y al “pueblo” como presunto sancionador de tal
atrevimiento, de manera que ellos(los apóstoles) solo asumirán las acciones del
pueblo como ordenes del soberano las cuales deben ejecutarse por brotar de la
democracia directa, es decir, de la soberanía popular. Indudablemente que
estamos hablando de ética, el respeto es un valor de la ética filosófica y de
la ética política, en la contemporaneidad la acción política debe estar
subordinada a la ética democrática teniendo en consideración los principios de
la ética filosófica. Fuera de esta práctica social y política estaremos al
margen de la ética, de manera que el gobernante se acoge a los principios del
realismo político y no de la ética política, de allí el comportamiento, es
decir, lo moral, la moral pública basada en el principio de que “los fines justifican los medios”, en
el caso que nos ocupa, el de Venezuela por sus demostraciones prácticas, todo
indica que el poder se basa en ese principio del realismo político y no en la
ética democrática. El fin es sostenerse y mantenerse en el poder por cualquier
medio, desde la utilización de los inmensos recursos del Estado, pasando por el
control total de las instituciones, la construcción de un imaginario social
político religioso sustentado en la hegemonía mediática que posee el poder
hasta la conversión de Chávez en “santo redentor de los pobres” el cual de
manera inmediata debe realizar milagros para poder reproducir el poder y construir una nueva religiosidad que conlleve
al inicio de una religión popular, la
religión de los pobres, el Cristo hecho historia concreta, la opción por los
pobres tal como se plantea en la teología de la liberación, solo que esta nueva
religión con su redentor por delante surge del poder y no de las creencias
populares. No es un Cristo “aparecido” sino impuesto desde el poder a la
mentalidad del pueblo.
El mundo de las ideas debe
necesariamente para su realización tener un factor de validación para poder
legitimarse, hablamos de las teorías sociales y también, porque no, de la
ética, en este sentido acudimos a una propuesta planteada por Carlos Marx en sus
famosas Tesis Sobre Feuerbach, específicamente en la tesis numero dos(2) donde
plantea:
El problema del si el pensamiento humano se
le puede atribuir una verdad objetiva, no es un problema teórico, sino un
problema práctico. Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la
verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento.
El litigio sobre la realidad o irrealidad de un pensamiento que se aísla de la
práctica, es un problema puramente escolástico.(p.2).
Igualmente decimos con la ética y con ella
el respeto, la solidaridad, tolerancia y dignidad, no es un problema de
discurso es un problema práctico, es la conducta política concreta la que en
definitiva va a demostrar si un gobierno, institución, régimen o Estado convive
con la ética política democrática (vida, amor y libertad) basada en la ética
filosófica o no. En todo caso un discurso que exprese una ética política
democrática pero que en la práctica sea un gobierno inmoral no es más que un
régimen opresor que a través de los mecanismos de dominación ideológica impone
su manera de comportamiento, siempre se basará en el principio de “que el fin
justifica los medios”. En Venezuela el poder tiene como discurso moral el
respeto, el amor, la humildad, solidaridad, dignidad, justicia, igualdad y
otros, pero la conducta política, es decir la práctica, como dice Marx, deja en
evidencia la farsa de ese discurso. Un solo ejemplo se puede tomar en este
punto, el relacionado a la condena carcelaria a varios personas por orden
presidencial, veamos:
Es un deber inaplazable,
confesar ante ustedes, y ante todos, que he cometido el pecado de haber
transmitido a los jueces que los juzgaron, la orden de condenarles a 30 años de
prisión a como diera lugar. Yo
estaba cumpliendo instrucciones directas del Presidente Hugo Chávez Frías,
quien así me lo ordenó.
La
cita anterior corresponde a la confesión hecha el 16 de abril de 2012 ante un
notario en la república de Costa Rica por el ex magistrado del tribunal supremo
de la República de Venezuela y miembro
de la sala penal de ese máximo tribual Dr. Eladio Aponte Aponte. En esta
confesión habla por sí sola, la misma desmonta el discurso ético del poder y
deja al descubierto el irrespeto que desde el poder se le hace a los ciudadanos.
Este caso se refiere a la condena a
treinta (30) años a los funcionarios
policiales: Henry Vivas, Lázaro forero, Iván Simonovis, Erasmo Bolívar, Luis Molina, Arube Pérez, Marco Hurtado y
Héctor Rovaina. A pesar de que el magistrado ha confesado que envió a la cárcel
a estos funcionarios por órdenes del presidente Chávez, estos aún siguen
encarcelados, algunos de ellos con graves problemas de salud. Esta confesión se
puede encontrar en la siguiente dirección: http://www.tuabogado.com/venezuela/hemeroteca/derechos-humanos/3092-la-confesion-de-eladio-aponte-aponte.
Existen
muchos otros casos donde se repite la misma conducta del poder, donde se
mistifica la realidad, el poder a través del discurso ideológico y su hegemonía
comunicacional ha creado lo que algunos llaman una hiperrealidad. Solo vamos a
señalar tres casos demostrativos de todo lo anterior con la finalidad de presentarlos
como orientación para una mejor investigación de aquel que pueda hacerla.
En
primer lugar se presenta el caso del señor Franklin Brito. Este señor murió
como consecuencia de una huelga de hambre que realizó con la finalidad de
exigir justicia ante lo que él consideró un atropello el cual consistió en la
perdida de una pequeña finca dedicada a la agricultura y la cría. A pesar de
los llamados de distintas organizaciones
civiles y de defensa de los derechos humanos, así como de los
familiares, el gobierno de Hugo Chávez
se negó a atender el caso con el debido criterio de justicia, este señor
murió el 10 de agosto de 2010 en un hospital militar del gobierno donde fue
llevado a la fuerza, los familiares perdieron todo: las tierras y la vida de
Franklin Brito. Para mayor información acudir a la siguiente dirección;
El
segundo caso es la denominada
popularmente como la Lista Tascon. Se trata de una lista de 2.436.089
ciudadanos quienes basándose en la constitución nacional solicitaron un
referéndum revocatorio en el año 2003 y luego sobrepasando todas las maniobras
del gobierno para que no se hiciese el mismo fue convocado para el 15 de agosto
de 2004. Es llamada “lista tascón” debido a que fue un diputado de nombre Luis
Tascón (fallecido) quien por ordenes de Hugo Chávez dadas por escrito el 30 de
enero de 2004 solicitó al Consejo Nacional Electoral la lista de todos aquellas
personas que firmaron tal solicitud. Este listado fue utilizado por el poder
para la ejecución de un verdadero
Apartheid, sobre estas personas se inició una persecución política,
social y económica la cual se tradujo en despidos laborales y la exclusión de
estos millones de venezolanos a cualquier actividad que tuviese relación con el
Estado, a esta fecha, 09 años más tarde, aún es utilizada. Se puede conseguir
el oficio autorizatorio en la siguiente dirección:
El
tercer caso donde se demuestra de manera clara e inequívoca el irrespeto a los
más elementales derechos de los ciudadanos y su dignidad es el de la jueza
María Lourdes Afiuni, el presunto delito cometido por esta jueza fue liberar a
un prisionero el cual tenía más de dos años sin ser juzgado, situación que
prohíbe la legislación penal venezolana, como quiera que el detenido era
presuntamente enemigo del gobierno, ante este hecho, el presidente de la
república solicitó el 11 de diciembre de 2009, en cadena nacional, 30 años de
presidio para esta jueza. Es de hacer
notar que es tanta la ilegalidad que los organismos competentes en este tipo de
casos tanto de la ONU como de la OEA han solicitado su inmediata liberación,
este caso se hace más penoso por la cantidad de humillaciones físicas y morales
a la cual ha sido sometida la doctora Afiuni, aquí se ha puesto de manifiesto
todo el poder del Estado contra un ciudadano. Aun se encuentra a órdenes de los
tribunales y detenida en su casa. Para mayor información visitar: http://www.eluniversal.com/nacional-y-politica/121123/cronologia-del-caso-de-la-juez-maria-lourdes-afiuni.
Las
relaciones entre el respeto y el poder se han agudizado y revelado con mayor
evidencia cuando a propósito de la muerte del presidente Chávez, voceros del
gobierno (apósteles) y su hija María Gabriela Chávez han solicitado respeto
para su memoria y legado. En este sentido y para lograr comprender (desmontar)
mejor lo oculto detrás de este discurso se presentan tres cartas que servirán
para el análisis más aproximado a la realidad que estamos abordando. La idea es
que el mismo lector, luego de haber leído toda la exposición anterior pueda
sacar sus propias conclusiones.
POLÍTICA |
30/01/2013 11:37:00 p.m.
Lea: La carta
de Ivana Simonovis al Estado venezolano
La hija del excomisario Iván
Simonovis, quien está condenado a 30 años de prisión por ser encontrado
responsable de los hechos del 11 abril, Ivana Simonovis dirigió una carta al
Estado venezolano en la cual solicita u que un "gesto humanitario"
hacia su padre.
La joven de 15 años consignó
el documento ante la Vicepresidencia de la República.
Señores del Estado Venezolano:
Esta es la segunda vez que les escribo. No me da pena insistirles. El
dolor puede más que la pena. Les juro que ya no puedo más. Ya me cansé de
llorar. Estoy agotada. Quiero pedirles de nuevo un poco de clemencia. Ya mi
papá, Iván Simonovis, y todos nosotros, su familia, hemos sufrido demasiado.
Sufrir cansa. Llorar cansa. Extrañar al padre de uno cansa. Siento que soy
demasiado joven para estar tan cansada. Me parece injusto que la política me
arruine la vida. Todos los días me asomo con susto en el espejo, porque siento
que tengo canas en mi cabello. No las veo, pero las siento. Y tengo 15 años. Es
muy rara esta sensación.
Ya mi sonrisa no es la que sale en las fotos de los álbumes de la
familia. Mi sonrisa se quiebra a cada rato, como una galleta. Porque así están
los huesos de mi papá. Se han vuelto una galleta por tanto encierro, por tanto
no moverse, por tanta sombra. Por favor, les pido, devuélvanle el sol.
Devuélvanle un poquito de vida. Ya bastante ha pagado lo que Uds. consideraron
que debía pagar. Su salud esta tan deteriorada que tengo miedo -mucho miedo- de
que mi papá termine paralítico, en una silla de ruedas. Y más así. Solo. Sin su
gente, sin los únicos brazos que lo pueden abrazar.
Mi papá no está nada bien. Su columna está demasiado frágil. Se puede romper sola, sin que nadie la toque. Sus huesos, dice el médico, tienen la edad de un anciano. Sus huesos ya pagaron el doble del tiempo de su condena. Su ánimo también. Y su familia. Sea justa o no su prisión, creo que ya todo es demasiado. Ya todo se ha vuelto inhumano, cruel, excesivo. Señores del Estado Venezolano, una medida humanitaria como la que les pido sería un gesto noble, necesario, hermoso. Un gesto importante en estos tiempos tan duros. Estoy tan agotada del odio de parte y parte. Creo que muchos estamos así. Un gesto de nobleza no les va a hacer perder nada de lo que tienen y, en cambio, los hará más humanos. Quiero volver a tener 15 años y un padre a quién abrazar.
Mi papá no está nada bien. Su columna está demasiado frágil. Se puede romper sola, sin que nadie la toque. Sus huesos, dice el médico, tienen la edad de un anciano. Sus huesos ya pagaron el doble del tiempo de su condena. Su ánimo también. Y su familia. Sea justa o no su prisión, creo que ya todo es demasiado. Ya todo se ha vuelto inhumano, cruel, excesivo. Señores del Estado Venezolano, una medida humanitaria como la que les pido sería un gesto noble, necesario, hermoso. Un gesto importante en estos tiempos tan duros. Estoy tan agotada del odio de parte y parte. Creo que muchos estamos así. Un gesto de nobleza no les va a hacer perder nada de lo que tienen y, en cambio, los hará más humanos. Quiero volver a tener 15 años y un padre a quién abrazar.
No tengo más argumentos. Solo un exceso de dolor.
Gracias.
Ivana Simonovis
Carta de María
Gabriela Chávez a su padre
“Duele tu partida,
es un dolor que me quema el alma,
qué difícil se me puso la vida sin
ti.
Durante estos días he estado
tratando de comprender
por que te has ido, por qué nos has
dejado con este inmenso vacío.
He llorado, he gritado, he rogado al
cielo que te devuelva a mí,
luego me calmo, respiro, te amo, te
siento, vuelvo a ti y te vuelvo a llorar.
Hoy creo haber entendido todo esto.
Tu alma es tan infinitamente inmensa
que ese cuerpo te quedó pequeño y
sencillamente tuviste
que volar y ser libre.
Te lo dije viéndote a los ojos pocos
días antes de tu partida,
eres un gigante.
En algún momento me exigiste ser
fuerte en caso de que
llegara a suceder lo peor.
‘Debes ser fuerte mi María y debes
seguir el
camino pase lo que pase’.
Hoy te juro que daré lo mejor de mí,
te juro que sacaré fuerzas, de no sé dónde,
para poder seguir adelante y tú
siempre serás la luz que ilumine mi camino.
Gracias por tanto amor de padre,
gracias por tu constante ejemplo,
gracias por tu risa, gracias por tu
llanto,
gracias por tus canciones, gracias
por tus bailes,
gracias por tantas alegrías, gracias
por tu absoluta y eterna entrega,
pero sobre todo, gracias Comandante
por devolvernos la Patria.
Tu seguirás palpitando en mi corazón,
tu seguirás viviendo en mi alma,
tu seguirás brillando en mis ojos,
y seguirás vibrando en tu pueblo para
siempre.
Papito amado mío vuela, vuela libre
gigante,
vuela alto y sopla fuerte,
fuerte como los vientos huracanados.
Nosotros cuidaremos tu Patria y
defenderemos tu legado
como tú nos enseñaste a hacerlo,
jamás te irás porque en nuestras
manos está tu llamarada, Hugo Chávez.
Hasta siempre, mi amado amor eterno”.
María Gabriela
Chávez Colmenarez
POLÍTICA | 13/03/2013 06:15:00 a.m.
La
carta que María G. Chávez envió a la oposición
"Mi respuesta a la MISERIA HUMANA, en nombre de mi familia y la
memoria de MI PADRE" escribió María Gabriela, acompañado del enlace a un
comunicado dirigido a la oposición
ÚN.- La hija del Presidente Hugo Chávez, María Gabriela, difundió a
través de su cuenta en Twitter una carta en la cual fija posición a las versiones, principalmente de
sectores contrarios al primer mandatario, que han afirmado que el Gobierno y su
familia han mentido sobre la fecha y otras informaciones su deceso.
"Mi respuesta a la MISERIA HUMANA, en nombre de mi familia y la memoria de MI PADRE" escribió María Gabriela, acompañado del enlace al comunicado, el cual reproducimos a continuación:
Nunca me he involucrado directamente en cuestiones de política, pero en estos momentos tan delicados y vitales para mí y para el pueblo, me veo en la necesidad de alzar mi voz contra quienes quieren jugar con el dolor de mi familia, el dolor de mi pueblo y sobre todo con la memoria de mi gigante padre! Es sencillamente inconcebible pensar que una familia entera, hijos, hermanos, nietos, padres, nos hayamos podido prestar para tamaña mentira. Desde el mes de diciembre, mis hermanos, mis tíos, mis abuelos, mi hija y mis sobrinos, no hemos descansado cada día dándole AMOR a ese ser que lo único que nos dio toda la vida fue eso, AMOR.
Y en ningún instante dejamos de rogar al cielo por el milagro de ver a papá sano, fuerte y de pie! El viernes 1 de marzo, yo estuve con él haciendo nuestras oraciones, luego bajé a la misa de inauguración de la capilla en el Hospital Militar y posteriormente volví a verlo junto al Ministro Jorge Arreaza (a quién él amó como a un hijo más), y aunque se sentía cansado estuvo dando instrucciones de gobierno y pidiendo información sobre la situación en el país. No es justo, no es humano, no es aceptable que ahora pretendan decir que hemos estado mintiendo con respecto a la fecha de su partida.
Venezuela, con toda la responsabilidad del mundo, con toda la sinceridad del alma destrozada de una hija que AMÓ y AMA a su padre infinitamente, les digo que mi gigante murió luchando y murió en su patria el día 5 de marzo de 2013.
Exactamente una semana antes de mi cumpleaños. No jueguen mas con el dolor de un pueblo y una familia que está devastada ante esta dura realidad.
Finalmente, a los señores de la oposición enferma y especialmente al señor Capriles le digo lo siguiente "siempre se ha dicho que la política es sucia. Señores, por el bien de la patria, les exhorto a hacer política y a no ser tan SUCIOS" Muchas gracias.
MARIA GABRIELA CHÁVEZ COLMENARES
Estimada
María Gabriela Chavez:
Durante los
últimos días, he sido testigo de un duelo que aunque no me pertenece, respeto
por principio. He visto tu posición digna y cariñosa durante la convalecencia
de tu padre y te comprendí. Existe una inevitable empatía hacia los que
sobreviven a un deudo, a los que lloran la muerte con sinceridad. Y no tengo razones para dudar que el titulo fortuito de
hija Presidencial haga menos profundo tu dolor. Así que, desde mi perspectiva
de las cosas – como te digo, la del observador – tu papel en toda esta historia
siempre fue el de una carambola de la historia reciente, el de un lugar
reservado a los que protagonizan, sin desearlo quizás una circunstancia que no
es tuya.
Por supuesto,
eso pensaba hasta leer tu carta dirigida a la oposición.
Y no es porque
esperara que luego de la muerte de tu Señor Padre, el tono malsonante como se
lleva la política de este país fuera otro. No soy tan ingenua. Sino porque creí
– allí sí con cierta ingenuidad – que aquellos que acompañaron a Chávez durante
su agonía y derraman lágrimas por su muerte, habrían comprendido que Venezuela
es la única herencia que se lega de padres a hijos, como un tesoro que
pertenece a cada venezolano. O para no ser tan complejos en el planteamiento,
creí que tu, María Gabriela, que hasta entonces fuiste hija amante y
probablemente, una de las pocas personas que ha llorado al presidente de manera
sincera, entenderías que el juego político que ocurrirá de ahora en adelante
será esencialmente manipulador. Obsceno, crudo y tramposo, para esa emoción
desbordada que la muerte del presidente dejó en sus seguidores. Retorcido y
elemental para quienes le suceden en la vida política y decidieron usar su
cadáver como bandera electoral. Pero sí, fue una ingenuidad de mi parte. Porque
tu carta demuestra que no solo no comprendes el peligroso juego que todos
estamos jugando – queriéndolo o no – sino esta enfermedad del fanatismo que
padece este país desangrado por el odio, roto por el desconcierto, destrozado
por una constante desazón.
Pides respeto.
¿A quién María Gabriela? ¿A quién puedes pedir respeto en este país luego que
tu Señor Padre sembró un odio complejo y difícil de erradicar durante catorce
años? ¿A quién le pedimos respeto como ciudadanos luego que la grosería, el
insulto, la agresión y el perjuicio se instaló en nuestra cultura de una manera
tan indeleble que en ocasiones termina pareciéndonos natural? ¿Respeto? ¿Cómo
hablar de respeto si durante catorce años el ciudadano de a pie cuyo única
falta es pensar distinto a la ideología que lideró tu padre ha sido insultado,
vituperado, denigrado, insultado? ¿Cómo pides respeto desde las alturas del
poder, protegida por un corrillo de aduladores a una población que no conoce
otra cosa que el menosprecio? María Gabriela, para exigir respeto, bríndalo
primero. De corazón, con sinceridad. Con humildad quizá.
Hablas que tu
familia jamás mentiría. Y no lo pongo en duda. Te doy mi voto de confianza.
Pero, ¿Como esperas que no existan dudas sobre los últimos días de tu padre
luego de las contradicciones, misterios innecesarios, tergiversaciones y medias
verdades que el país padeció durante dos meses enteros? ¿Por qué, como
ciudadana de este país, tan venezolana como tu, no tengo el derecho de saber cuál
era el estado de salud del Hombre que fue elegido para gobernar el país donde
vivo? No pedía en aquel momento otra cosa que claridad, un parte médico claro
al cual atenerme. ¿Te atreverías a asegurar, con esa sinceridad llorosa de tu
carta, que el Gobierno brindó la información necesaria y oportuna sobre la
salud Presidencial al pueblo venezolano? ¿Tuvimos alguna vez un parte médico
que no fuera un conjunto de términos vagos, nunca científicos que jamás nos
indicaron la realidad concreta de la enfermedad que sufría el Señor Presidente
Hugo Chávez? ¿Por qué un país tuvo que conformarse con chismes de pasillo para
atinar a la verdad sobre lo que estaba ocurriendo con el Presidente en
funciones? ¿No te parece natural la inquietud que surgió, la ola de rumores
cada vez más incontrolable que se desató por ese secretismo innecesario? Te lo
explico con toda la claridad que puedo: Hoy, 13 de marzo del 2013 a una semana
de la muerte de tu padre y dos años del diagnostico de Cáncer, seguimos sin
conocer los detalles de la enfermedad que aquejo al Presidente. Dudamos de la
fecha y el lugar donde murió. Nos preguntamos que fue verdad y que fue mentira
durante los dos meses en que la información fue prenda de valor que el gobierno
manejó a su antojo. ¿Te parece eso justo María Gabriela? ¿Te parece respetuoso?
En algo
estamos de acuerdo ambas, la política es cosa sucia. Sucia como el juego de
manipulación de utilizar el dolor de un pueblo huérfano y desamparado para
asegurarse una victoria electoral. Sucio y grotesco como utilizar un cadáver
como símbolo de una revolución a medias, que no termina de sostenerse por sí
misma y que necesita del dolor para avanzar. Sucia y desconcertante, sin duda,
en este país de medias verdades, este Gobierno de odios y de prejuicios, como
esta sensación de ser extranjera en mi propio país por haber cometido la falta
histórica de no comulgar con las ideas de tu padre. Sucio, como la de utilizar
a una oposición disminuida, sin poder de fuego, como un enemigo imaginario
contra el cual luchar y que le brinda la oportunidad a un Gobierno designado
por el dedo del luto, de insistir en la política de la persecución, el
menosprecio y el prejuicio como valor revolucionario.
De manera que
María Gabriela, y a pesar de todo, continúo brindándote el beneficio de la
duda. Por ahora, sigues siendo solo un deudo que intenta sobrellevar el dolor
de la muerte lo mejor que puede. Pero me pregunto si esta carta tuya, tan
oportuna no será otro instrumento político en medio de una batalla dialéctica
donde el dolor, las lágrimas y un luto interminable son solo herramientas para
afianzar el poder político. Ojala me equivoque María Gabriela, o en el futuro,
este pueblo, el que no se viste de rojo, el que no ha llorado por el Presidente
pero si por sus propios muertos, te reclamará el respeto que nos pides tan
airadamente en este momento. Lo dejo a tu conciencia como Venezolana, como
parte de la historia, quizá como simple hija de un hombre que brindó a
Venezuela otro rostro. Es tu compromiso histórico, sin duda.
Con todo
respeto:
A, Una
ciudadana más de este país.
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