viernes, 10 de mayo de 2013

ESTAMOS A LAS PUERTAS DE UN NUEVO CARACAZO?




Estamos a las puertas de un nuevo caracazo?

   Después de la caída del “boom” petrolero de los años 70 del siglo pasado Venezuela entró en una situación social, política y económica que en términos generales se caracterizaba por un fuerte endeudamiento, gasto público en aumento, control de cambio, control de precios, espiral inflacionaria, galopante corrupción, mercado negro de divisas y bienes, desinversión privada, escasez gradual, pobreza en más de la mitad de la población, descredito de la política y de los políticos, en fin todo un escenario que fue acumulando un “estrés colectivo” que tuvo su punto de implosión en una histeria colectiva en el evento denominado “El Caracazo”.

   Esta explosión social derivo en centenares de muertos y heridos y fue el inicio de la muerte del sistema político económico llamado “democracia representativa”. Políticos ambiciosos y corruptos actuando como títeres de los grupos económicos y mediáticos hicieron todo lo que tenían a su alcance para hundir al país en una severa crisis en todos los sentidos.

   Luego del caracazo vinieron los golpes de pecho y la promesa de la “Reforma del Estado”, pero al final todo seguiría igual y la clase política pareciera que no se dio por enterada de lo que había sucedido y sobre todo que las causas de ese evento permanecían incólumes.

   Luego de un proceso de conspiraciones prácticamente públicas, un grupo de militares encabezados por Hugo Chávez irrumpen en el escenario nacional a través de un intento de golpe de estado en febrero del año 1992, el cual produce un saldo de decenas de muertos, el alzamiento cuartelario convierte a Chávez como el salvador de la patria tal como en años anteriores había sucedido con Adolf Hitler en Alemania. (Por cierto, aún no hay responsables por los muertos del caracazo ni por los de los intentos de golpe del año 92).

   Era claro que en ese momento existían unas condiciones económicas y sociales que condenaron a la mayoría de la población a una situación de precariedad y vulnerabilidad, a ello se le sumaba el rechazo a la institucionalidad política percibida como la responsable de lo que se estaba viviendo, todo ello se fue acumulando hasta el punto donde el anuncio de unas medidas fiscales y económicas acordadas con el Fondo Monetario Internacional por el gobierno de Carlos Andrés Pérez se convirtieron en el detonante para que parte de las masas caraqueñas empobrecidas dejaran salir su reacción al estrés colectivo acumulado el cual se convirtió en una histeria colectiva con el resultado que ya conocemos.

   Hoy año 2013, se presenta un escenario caracterizado por una alta inflación, un poder adquisitivo extremadamente disminuido, corrupción asfixiante a todos los niveles del gobierno nacional y sus instituciones civiles y militares, altísimos niveles de inseguridad personal y ciudadana, un sistema judicial que se ha convertido en una especie de lavadora delincuencial, organismos de seguridad tragados por la delincuencia, desabastecimiento de los principales productos, bienes y servicios de uso cotidiano del venezolano, estricto control de cambio, control de precios, mercado negro de divisas, ineficiencia del aparato estatal, aumento exponencial del gasto público, implantación del odio y la violencia como mecanismos de control político y social, libre tráfico y consumo  de drogas, irrespeto a toda propiedad privada, expropiaciones injustificadas, quiebra de todas las empresas del Estado, importación de más del 70% de productos, bienes y servicios que consumimos los venezolanos, quiebra de centenares de empresas del sector industrial, quiebra del sector agropecuario,  desempleo juvenil, subempleo o empleo informal en más de la mitad de la población económicamente  activa, organización de delincuentes por parte del gobierno como grupos de choques políticos, cierre de medios de comunicación, hegemonía comunicacional por parte del régimen, fraude electoral, deuda pública en 216.053 millones de dólares(año 1998 la deuda per cápita era de 1.492 dólares, hoy,2013 es de 6.000 dólares), presos políticos, represión a las manifestaciones pacificas, golpe de Estado parlamentario, leyes inconstitucionales, nacimiento de la burguesía bolivariana a costa del dinero del pueblo y al saqueo de las finanzas del Estado, invasiones de terrenos, casas y apartamentos como método para resolver el problema habitacional, contrataciones colectivas con años de vencimiento, cárceles infernales, educación pública de bajísima calidad, hospitales sin insumos médicos, fuga de cerebros, y pare de contar. Todo ello como resultado de 14 años de la instauración del modelo socialista del siglo XXI, es decir, “hecho en socialismo”.

   Si construimos un cuadro comparativo de los escenarios del 1989 y los de 2013 observaremos claramente que en estos momentos existen factores objetivos y subjetivos de mayor fuerza que pudieran interpretarse como suficientes para que en cualquier momento estalle un evento de masas que ponga en peligro la estabilidad del régimen madurista.

   Ahora, la pregunta es obvia: cuál es el muro de contención que impide el desbordamiento de las masas venezolanas?. Cuando una parte bien significativa de la población venezolana asumió como el mesías salvador de sus vidas al hombre que se alzó contra la política institucionalizada a través de un golpe de Estado le otorgó toda su fuerza y su vocación para el cambio, le cedió su soberanía, le entrego su poder, depositó en él su esperanza y lo eligió como el guía absoluto al mismo tiempo se transformó en un pueblo sumiso a un líder único, a través de la ideología nacionalista, patriotera y redentorista unida con el culto enfermizo a la personalidad, el mismo pueblo genero las cadenas para su propia dominación política. Chávez le indicaba al pueblo humilde como, cuando, en qué medida y bajo cuales condiciones podían vivir, entendiendo que lo primero era la defensa su revolución y su liderazgo por encima de la vida misma de sus seguidores, eso lo decidía él porque el pueblo se entregó a su salvador de manera frenética hasta gritar: ¡con hambre y desempleo/ con Chávez me resteo!.

   De manera que la lucha laboral o reivindicativa del pueblo quedo en otro lugar, si algún sindicalista solicitaba aumento de sueldos, era acusado de lochero y contrarrevolucionario, Chávez le creo a sus seguidores la sensación de que ellos tenían poder y los llamó poder popular y el pueblo chavista así lo creyó, le repartió las sobras del festín petrolero jamás visto en Venezuela mientras la gran tajada se la llevaba la boliburguesia, los banqueros y la burguesía del Brasil, Argentina y de Rusia y la élite política dominante en Cuba, le entrego nuestros recursos naturales a esas oligarquías y le decía al pueblo que eran convenios con los pueblos de América. De esta manera Chávez logró convertir a sus seguidores en una comunidad emocional que no veía más razón que los discursos repetitivos de su comandante supremo, Chávez los encausó a través de una especie de religiosidad del poder, los cegó, los alienó, los fanatizó y de esta manera, con su discurso, su hegemonía comunicacional y sus programas asistencialista, su control social y político, con el clientelismo burocrático, con la dadiva como un favor sagrado que no permite disidencia logró contener las luchas que históricamente venía dando el pueblo venezolano. Chávez se convirtió en el dique de contención de las luchas populares, entre la dadiva y el miedo neutralizó el poder de cambio que por naturaleza tiene el pueblo.

   Pero no solamente castro al pueblo que lo seguía, también lo hizo con quienes lo adversaban, el otro pueblo abandonó las luchas populares y permitió que el chavismo se apoderara de todos los espacios sociales donde se fraguan los combates sociales. Con ese otro pueblo también funcionó el miedo y el terrorismo de Estado en todas sus expresiones.

   Ahora que el comandante supremo de ese pueblo humilde que ingenuamente creyó en sus poderes redentores ya no está, quien va a detener las luchas? Quien se convertirá en el nuevo dique de contención?, podrá el régimen moribundo madurista mantenerse en el poder a pesar de la profunda crisis social y política en la cual se encuentra la sociedad venezolana?, habrá otro caracazo como manifestación espontanea o surgirá una insurrección popular con claros lineamientos políticos?. Es cierto que aún la presencia inmaterial de chavez tiene mucha fuerza, lo cual contribuye a la supervivencia del madurismo, el régimen trata por todos los medios que ese pueblo no se despegue del líder único a pesar de  su ausencia, pero también es cierto que es solo cuestión de tiempo para que ello ocurra, ya el 14 de abril de este año se expresaron más de 800.000 venezolanos los cuales se encontraban atrapados en ese dique, el dique comenzó a romperse, más temprano que tarde se inundaran las calles de este país cuando esos dos pueblos hoy divididos por el odio se encuentren en las luchas diarias, el dialogo será en el combate diario contra las injusticias y por un mundo mejor.

 

                                      FREDDY ALBERTO PEREZ

 

                                  

                                        Cabudare a los 10 días del mes de mayo de 2013.


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