martes, 19 de noviembre de 2013

EL GRAN FRACASO BOLIVARIANO.

El gran fracaso bolivariano

Con estas nuevas medidas el socialfascismo bolivariano no rompe con el proyecto de dominación capitalista, y mucho menos con el modelo rentista del pasado como falazmente se afirma, todo lo contrario profundiza un modelo de capitalismo de Estado militarizado.
Con estas nuevas medidas el socialfascismo bolivariano profundiza un modelo de capitalismo de Estado militarizado.

¿De cuál socialismo hablan?


José Rafael López Padrino
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Jose_Rafael_Lopez_Padrino_1El gobierno militarista de Maduro ante la galopante inflación (54%), especulación compulsiva y crónica escasez de productos que afectan a los venezolanos ha recurrido a una perversa e irresponsable política populista como respuesta a una supuesta guerra económica propiciada por los Estados Unidos. El hijo del comandante eterno pretende domar a estos tres males “por decretos” siguiendo los pasos deldictador Robert Mugabe (2007) en Zimbabue, quien aplicó la “Operación Reducción de Precios”con resultados económicos desastrosos que llevaron a Zimbabue a ocupar el último lugar en el Índice de Desarrollo Humano en el año 2010.
Obviamente que la tan cacareada ofensiva económica del ungido de Miraflores fracasará, al igual que fracasó la política anti-inflacionaria del tte. coronel. Será un nuevo fiasco del régimen en materia económica pues se atacan demagógicamente las consecuencias, pero no las causas de la crisis que son entre otras, una errada política monetaria, un gigantesco déficit fiscal y la destrucción del aparato productivo nacional. Sin embargo, esta campaña económica esta orientada a captar votos para las elecciones del 8D, así como crear una cortina de humo que opaque el colosal fracaso de esta administración.
Esta cruzada antinflacionaria y de lucha contra la especulación forman parte del libreto engañoso del proyecto socialfascista ante un pueblo famélico, pasando hambre, lleno de necesidades y sufriendo la penuria de la mentira oficial. El mayordomo del palacio de Miraflores pretende presentarse como un justiciero social a fin de esconder el fracaso de su política económica y social. Fracaso que forma parte del legado del fallecido vocinglero de Miraflores, quien nos dejó un país carcomido por la corrupción y la violencia, con una economía en caída libre, con una inflación desbordada y una población arruinada, manipulada y engañada.
En esta nueva etapa del fraude social bolivariano, Maduro y su gorilato pretenden ilusamente dominar la inflación mediante “decretos”. Partitura Goebbeliana que sin orden, ni afinación alguna está orientada a reconquistar el universo electoral que cansando de las falsas promesas del fallecido rufián del Palacio de Misia Jacinta y continuadas por Maduroya no muestran el mismo entusiasmo del pasado para con el proceso. Las medidas aplicadas lejos de resolver la profunda crisis económica, son acciones políticas destinadas a renovar las esperanzas de las grandes mayorías que siguen esperando por una mejor salud, por un trabajo digno, por una adecuada educación, por una efectiva seguridad social y personal, un mayor abastecimiento de los productos esenciales y cuyos salarios son devorados por la inflación.
Este descomunal fracaso bolivariano se ha traducido en un endeudamiento externo irresponsable, la puesta en marcha de una política devaluacionista, la implementación de una economía de puertos, la aprobación de leyes y reglamentos en favor del capital transnacional, el pago de una deuda ilegítimamente contraída, etc. Pero además, en una sistemática desnacionalización y desmantelamiento operativo de PDVSA, así como en una continua disminución de muestras reservas internacionales, las cuales según información del Banco Central de Venezuela, ya se encuentran en 20,9 millardos de dólares, nivel que no se registraba desde septiembre de 2004.
La revolución bolivariana constituye un proyecto sin anclaje histórico y sin sujeto social definido que avanza sin mayores sobresaltos hacia el totalitarismo dentro de una visión facho-militarista. El primitivismo y mediocridad ideológica de sus proponentes explica la orfandad de su armazón conceptual y lo limitado de sus propuestas las cuales no han traspasado del umbral de la copia barata de viejas consignas, cuyo sello de originalidad proviene de otras latitudes. En definitiva, estamos ante una mezcolanza de ideas inconexas, de un  histrionismo agobiante, de una adoración caudillesca y repugnante por el comandante galáctico, de un populismo militarista manipulador y de un control comunicacional asfixiante.
Maduro en su desespero por garantizar la lealtad de los sectores populares, reforzar su popularidad y la de su proyecto bolifascista ha recurrido al fracasado recetario del sátrapa africano de MugabeCon estas nuevas medidas el socialfascismo bolivariano no rompe con el proyecto de dominación capitalista, y mucho menos con el modelo rentista del pasado como falazmente se afirma, todo lo contrario profundiza un modelo de capitalismo de Estado militarizado. ¿De cuál socialismo hablan? 

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