domingo, 28 de abril de 2013

EL ASQUEROSO FASCISMO BOLIVARIANO.

El asqueroso fascismo bolivariano

Maduro y su grupete representan un proyecto fascista inspirado en la violencia, en el dogmatismo y un simplismo primitivo en el cual se explota a los trabajadores, se reprime a la disidencia, y se manipula a los desposeídos en nombre de un bastardo "Socialismo Bolivariano".
Maduro y su grupete representan un proyecto fascista inspirado en la violencia, en el dogmatismo y un simplismo primitivo en el cual se explota a los trabajadores, se reprime a la disidencia, y se manipula a los desposeídos en nombre de un bastardo “Socialismo Bolivariano”.

Para el impostor Maduro y su combo de malandros no existe el debate razonado y democrático de ideas sino la violencia como instrumento para resolver los conflictos

José Rafael López Padrino
/ Soberania.org
Jose_Rafael_Lopez_Padrino_1El socialfascismo bolivariano representa un proyecto político autoritario que trata de llevar acabo un encuadramiento militar de la sociedad venezolana sobre las premisas de un pensamiento único, de la supremacía absoluta del Estado, de un control social de los ciudadanos y una sistemática violación de los derechos humanos.
A raíz de haber culminado el cuestionado proceso electoral del pasado 14A el régimen facho del impostor de Miraflores ha iniciado una ofensiva a fin de “eliminar” toda manifestación de disidencia política contraria al “proceso bolivariano”. Sin sorpresa hemos visto cómo el régimen ha hecho suyo el perverso libreto goebbeliano de que “Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”. Así, voceros del régimen han propalado falsas informaciones sobre supuestas destrucciones de instalaciones médicas (Centros de Diagnóstico Integral) y establecimientos de PDVAL, de quemas de casas del PSUV y la muerte de militantes de la revolución.
Denuncias que han resultado ser falaces o vilmente manipuladas. No hay evidencias de que ningún centro médico o instalación de PDVAL hayan sido quemados, y existe documentación fotográfica que demuestra que la quema de las casas del PSUV fueron realizadas por los propios miembros de ese partido. En cuanto a las posibles muertes de militantes oficialistas no existen pruebas que demuestren la autoría material de tan lamentables fallecimientos por parte de miembros de la oposición.
Además, Maduro y su pandilla de delincuentes ordenó a sus jaurías paramilitares, en coordinación con la abominable y despreciable Guardia Nacional, arremeter en contra de pacíficos manifestantes, sembrando el miedo y la muerte. Su accionar nos retrotrae a las camisas negras de Mussolini, también conocidos como los Fasciitaliani di combattimento, squadristi, o camisas negras (camicie nere) quienes tenían como función el “mantenimiento del orden público en territorio italiano y defender los intereses del proyecto” mediante el uso de la violencia e intimidación en la Italia fascista.
Los camisas rojas socialfascistas se han constituido en una enorme banda política armada con licencia para intimidar, reprimir y matar a fin de consolidar el proyecto del “socialismo del siglo XXI”. Además recurren a un despreciable terrorismo laboral, amenazando con despedir de sus puestos de trabajo a todo aquellos trabajadores que votaron contrariamente a Maduro. Parten de la premisa nazi-fascista de que el miedo moldea y unifica el comportamiento de las personas aunque las destroce psicológicamente. A fuerza de golpes y atropellos, las sociedades alemana e italiana acabaron bajando la cabeza, y se colocaron de rodillas al servicio de las nefastas figuras de Hitler y Mussolini.
Para el impostor Maduro y su combo de malandros no existe el debate razonado y democrático de ideas sino la violencia como instrumento para resolver los conflictos. Aprovechan el miedo colectivo generado por el uso de la fuerza a fin de controlar a la sociedad y así perpetuarse en el poder. Que el fachochavismo recurra a una violencia protagonizada por el lumpen-proletario no nos debe de sorprender. Lo han hecho en el pasado y lo seguirán haciendo en el futuro. La estrechez intelectual, la elementalidad ideológica y la carencia de un auténtico programa emancipatorio hacen que la violencia, la cultura del odio, la eliminación del oponente ideológico y la sumisión constituyan sus referencias paradigmáticas.
Vivimos tiempos de fascismo, de totalitarismo, tiempos en que militares cobardes y malandros con franelas rojas siembran el miedo y el terror en las filas de quienes nos oponemos a este nefasto gobierno. Nada de marxismo, de protagonismo histórico de la clase obrera, pero sí mucho de Giovanni Gentile y Alfredo Rocco, líderes del fascismo italiano. Maduro y su grupete representan un proyecto fascista inspirado en la violencia, en el dogmatismo y un simplismo primitivo en el cual se explota a los trabajadores, se reprime a la disidencia, y se manipula a los desposeídos en nombre de un bastardo “Socialismo Bolivariano”. ¿Quiénes son los fascistas de verdad?

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