martes, 26 de marzo de 2013


EL ESTADO COMUNAL EXPRESIÓN DEL TOTALITARISMO DEL SIGLO XXI.

“Todo en el Estado, todo para el Estado, nada fuera del Estado, nada contra el Estado” Mussolini

Asistimos en estos momentos a un debate, tal vez tardío, sobre la implantación del Estado Comunal en un momento en el cual el régimen chavista se encuentra bastante fortalecido como producto de su victoria electoral de octubre de 2012 que conllevó a la reelección de Hugo Chávez para un nuevo mandato de 06 años, para completar 20 años, en el cual se propone instaurar de forma definitiva un tipo de Estado basado en principios políticos, sociales y económicos los cuales ya han sido conocido por la historia reciente de la humanidad bajo el nombre de socialismo real o socialismo totalitario. La experiencia histórica  concreta de este modelo de Estado se tradujo en un tipo de sociedad caracterizada por la puesta en práctica de los principios totalitarios que anularon las potencialidades del ser humano en todas sus expresiones por lo cual estas sociedades terminaron en la pobreza material y espiritual de consecuencias aún percibidas, sufridas y vividas.

Países como la antigua Unión Soviética, Alemania oriental, Hungría, Polonia, Checoeslovaquia, Yugoslavia, y tantos otros vivieron el horror del militarismo y las dictaduras que en nombre de la igualdad y la libertad sometieron al ser humano a la condición de ser una simple tuerca del aparataje económico que enriqueció a las cúpulas de los partidos comunistas que administraban el poder, en nombre del poder popular, del pueblo, del proletariado y del antiimperialismo. Aún hoy existen pueblos que sufren la desgracia de estar sometidos por estos regímenes, tales como Cuba, Corea del Norte, China y Vietnam, entre otros.

Los proponentes e impulsadores de estos tipos de Estados Totalitarios han venido refinando sus estrategias, maquillando sus prácticas y colocando distintos nombres que puedan dar lugar a las estafas históricas contra los pueblos de manera de lograr la hegemonía necesaria de los grupos que se hacen con el poder y perpetuarse en el mismo.

En el caso de la república petrolera de Venezuela, país con infinitas riquezas naturales y con un inmenso caudal de petrodólares, pareciera que resulta sencillo atreverse a desarrollar tal modelo político basado en la tesis de la “pobreza asistida”, aquí el Estado ha logrado cautivar a una amplia mayoría de la población la cual de manera inconsciente permite que una dirigencia política sin escrúpulos cabalgue sobre sus necesidades materiales e imponga un modelo que con plena certeza terminará en un régimen totalitario dirigido por un caudillo el cual seguramente será adorado como un Dios tropical por las masas agradecidas de que por fin alguien repartió los pedazos que se desprenden de la torta petrolera mientras los grupos económicos y políticos dominantes allegados al régimen se enriquecen vulgarmente. De esta manera el régimen pretende fortalecerse y perpetuarse.

Ya en enero de 2011, en un artículo denominado “Poder y Autonomía Universitaria”, publicado en  elkabudari.overblog.es, tratábamos este tema de la siguiente manera:

 

“Es claro que el Estado Totalitario Comunal en construcción ha logrado el dominio político, económico e institucional de la Sociedad Venezolana, pero para instaurarse y reproducirse de manera definitiva necesita lograr y ejercer la hegemonía en dicha sociedad, no basta con tener el poder, es necesario ser hegemónico. Los resultados electorales de las elecciones parlamentarias del 26 de Septiembre del 2010, en la cual el oficialismo no obtuvo la mayoría del voto popular, revelaron claramente que el régimen totalitario-comunal carecía de dicha hegemonía, entendida esta como la capacidad de  intervención del poder sobre la vida cotidiana de los sujetos, como la colonización de todas y cada una de sus esferas, como la capacidad de dar direccionalidad intelectual y moral a cada individuo, la hegemonía, en un régimen totalitario se basa en imponer a los individuos su concepción del mundo, sus creencias y su ideología.

 

Las consecuencias inmediatas de los resultados electorales antes mencionados se concentraron en radicalizar las acciones contempladas en los lineamientos estratégicos contenidos en el Proyecto Nacional Simón Bolívar, el cual mantiene como objetivo final la instauración del Estado Comunal.

 

En este contexto es donde debemos comprender la bochornosa y vergonzosa carrera contra el tiempo de los diputados oficialistas del periodo pasado de la Asamblea Nacional en aprobar todas las leyes que supuestamente deben crear las bases para la formación de dicho Estado Totalitario-Comunal, así, como otorgarle competencias legislativas ilimitadas al Caudillo o Hegemón con la finalidad de garantizar la conquista de los espacios sociales en función de lograr la tan ansiada y escurridiza hegemonía.

 

En ese sentido se aprobaron de manera claramente inconstitucional, las llamadas Leyes del Poder Popular, aprobación que no produjo mayor grado de conflictividad dado a lo heterogéneo de los sectores afectados y su imposibilidad de traducir en términos concretos su afectación sobre cada individuo, a pesar, de legislar sobre temas como la abolición de la propiedad privada sobre bienes, servicios y saberes, de constituir una justicia comunal, de legalizar el adoctrinamiento en cada empresa o unidad de producción, de obligar a militar en el proyecto político totalitario, de desarrollar un solo tipo de propiedad: la propiedad social, de la obligatoriedad de vivir en comunas socialistas, de la instauración del control de la vida privada de cada individuo y otros aspectos de la vida social e individual de suma importancia pero  que la sociedad en términos generales, dado su carácter teórico-abstracto de dichos instrumentos, no logró comprender en su momento”.

 

Hoy, mes de noviembre de 2012, a un mes de ser reelecto Hugo Chávez como presidente de la república, el objetivo del régimen se acelera y pareciera que en el camino no va a encontrar fuerzas sociales o políticas que impidan la instauración del Estado totalitario. La ignorancia y ausencia de conciencia política por un lado y el oportunismo de algunos grupos de poder por otro hacen posible esta realidad.

 

En otro artículo denominado “Venezuela en tres revoluciones”, publicado también en   elkabudari.overblog.es en julio de 2011, hacíamos las siguientes observaciones acerca del totalitarismo chavista o revolución totalitaria:

La segunda revolución es la llamada Revolución Totalitaria.

Esta revolución tiene como característica fundamental la instauración de un modelo político totalitario basado en la lógica del poder propuesta y desarrollada por el argentino Norberto Ceresole. Esta concepción entiende el ejercicio del poder a través de una relación lógica entre el caudillo ejercito-partido pueblo.

Según Ceresole, en su libro, “Caudillo, Ejercito, Pueblo. La Venezuela del presidente Chávez.”, el pueblo venezolano decidió transformar el modelo político de la siguiente manera:

Hay entonces una orden social mayoritaria que transforma a un antiguo líder militar en un caudillo nacional. La transformación de aquel líder en este caudillo hubiese sido imposible de no haber mediado: 1) el golpe de Estado anterior no consumado y, 2) de no haberse producido la decisión democrática del pueblo de Venezuela del 6 de diciembre de 1998. Es una decisión democrática pocas veces vista en la historia moderna lo que transforma a un líder «golpista» en un jefe nacional. Hubo decisión democrática (6 de diciembre de 1998) porque antes hubo una militarización de la política (27 de febrero de 1989 y su contraparte inexorable, el 4 de febrero de 1992). Esas tres fechas están íntima e indisolublemente unidas. El anterior golpismo — la necesaria militarización de la política — fue la condición sine qua non de la existencia de un Modelo Venezolano pos democrático. De allí que no deba sorprender a nadie la aparición — en el futuro inmediato — de un «partido» cívico-militar, como conductor secundario — detrás del caudillo nacional — del proceso revolucionario venezolano (1)

Más adelante este autor señala el carácter revolucionario de este modelo pos-democrático de la siguiente manera:

Todos estos elementos [«Orden», o «mandato popular»; líder militar devenido en caudillo o jefe nacional; ausencia de instituciones civiles intermedias eficaces; presencia de un grupo importante de «apóstoles» (núcleo del futuro partido «cívico-militar») que intermedian con generosidad y grandeza entre el caudillo y la masa; ausencia de ideologizaciones parasitarias preexistentes, etc.] conforman un modelo de cambio — en verdad, un modelo revolucionario — absolutamente inédito, aunque con claras tradiciones históricas, hasta el momento subestimadas y denigradas por el pensamiento sociológico anglo-norteamericano. (2)

Como podrá apreciarse se trata nada más ni nada menos que de la concepción nazista del poder, donde un caudillo iluminado, líder único, convertido en hegemòn es quien direcciona el proceso histórico seguido de unas masas incapaces de generar su propio destino por lo cual entregan ciegamente su poder soberano, es decir su mandato, al líder infalible.

En ese sentido debe entenderse que las masas venezolanas al decepcionarse del modelo político de democracia representativa liberal (neoliberal) no lograron traducir la realidad política en un proyecto de sociedad distinto sino que confiaron su decisión en un hombre, (caudillo) al cual entregaron sus esperanzas de lograr satisfacer sus necesidades más inmediatas no resueltas por el modelo anterior. No importando la orientación ideológica del proceso, de allí las distintas etiquetas con el cual se le  señala: revolución bolivariana, socialismo del siglo XXI, socialismo bolivariano, zamorano, guevarista, maoísta, fidelista y otros. Al fin y al cabo de lo que se trata es de la implantación de un sistema totalitario el cual deberá concretarse en el llamado Estado comunal. Es claro que el Estado Totalitario Comunal en construcción ha logrado el dominio político, económico e institucional de la Sociedad Venezolana, pero para instaurarse y reproducirse de manera definitiva necesita lograr y ejercer la hegemonía en dicha sociedad, no basta con tener el poder, es necesario ser hegemónico. Los resultados electorales de las elecciones parlamentarias del 26 de Septiembre del 2010, en la cual el oficialismo no obtuvo la mayoría  del voto popular  pero sí la mayoría de diputados en la Asamblea Nacional obligó al hegemón a acelerar la construcción del Estado Totalitario Comunal, de allí, la aprobación del paquete de leyes denominadas “las leyes comunales” las cuales vienen a constituir parte  fundamental de la superestructura jurídica-política de este Estado, todo hecho a través de un golpe de estado continuado, pues cada una de estas leyes se hacen contraviniendo los principios constitucionales del estado democrático y social de derecho y de justicia, federal descentralizado, de participación y de justicia social.

La revolución totalitaria se basa filosófica y políticamente en el socialismo totalitario, el cual tiene su fundamento teórico en el marxismo ortodoxo y su ejecución practica en el socialismo soviético y cubano, entre otros. Así mismo, el aporte de ceresole viene dado en agregarle una particular especie de tropicalización del nazismo a estas tierras latinoamericanas al considerar como  un revelador cambio social e histórico la conducción de los mismos a un caudillo o hegemòn, definiendo el proceso histórico como un hacer de un hombre predestinado y no como un proceso social, es el gendarme necesario del positivismo histórico del siglo XIX  venezolano mezclado con marxismo ortodoxo y una práctica política totalitaria (stalinismo-nazismo).

Por otro lado, encontramos los fundamentos políticos programáticos de esta revolución totalitaria, en el llamado Proyecto Nacional Simón Bolívar, el cual comenzó a definirse desde el nacimiento del MBR-200 (el movimiento bolivariano revolucionario 200, es la génesis del MVR, movimiento quinta república y del PSUV, partido socialista unido de Venezuela) hasta esta fecha en el cual se concreta el “Proyecto Nacional Simón Bolívar, Primer Plan Socialista 2007-2013”. Esta revolución basa su concepción económica en los principios de la sociedad comunista y toma como ejemplo a seguir el modelo impuesto por Vladimir Lenin en la Unión Soviética, es decir, el modelo de los soviets (consejos) como base primaria de organización social. De allí la organización de los consejos comunales en comunas estas en ciudades socialistas y  luego en distritos motores, toda estas estructuras direccionadas verticalmente desde el poder central totalizador. La eliminación de todo tipo de propiedad privada sobre medios de producción, bienes y saberes se convierte en una necesidad para poder construir este estado comunal, así como también toda instancia de organización social o política intermedia (gobernaciones, alcaldías, ONG, gremios profesionales, sindicatos, partidos políticos no oficialistas y otros) dado que su permanencia “impediría” la comunicación y relación directa entre el caudillo y su masa-pueblo.

Es necesario recordar que este modelo de sociedad no solo fracasó rotundamente en aquellos países en los cuales fue implantado, sino, que al evaluar sus resultados nos encontramos que dichas sociedades se hundieron en el atraso económico (pobreza generalizada), el estado totalitario anuló al ser humano y lo convirtió en un instrumento más de la producción, los seres humanos en esos regímenes no tuvieron derecho a tener sus propios pensamiento(el Estado pensaba por ellos),  no tuvieron derecho a expresarse libremente, ni a organizarse, la familia ya no era la “ célula fundamental de la sociedad” lo era la comuna, el ciudadano desapareció como sujeto de derecho y deberes y se convirtió en un esclavo del Estado, todos los medios de comunicación de masas eran del Estado, la educación en escuelas y universidades tenían la tarea de ideologizar a las masas para lograr la obediencia absoluta al Estado y la adoración al líder único. Esa es la revolución totalitaria que está en marcha en Venezuela a comienzos de la segunda década del siglo XXI.

 

 

Observemos el siguiente cuadro comparativo para comprender mejor  de que se trata el Estado Comunal en Venezuela:

 

 

ESTADO: Clasificación y características.

ESTADO DEMOCRÁTICO
(Constitución 1999)
ESTADO COMUNAL
(Leyes Comunales)
ESTADO TOTALITARIO
(Fascismo y Comunismo)
-Estado democrático y social de derecho y de justicia
-Poder absoluto del Estado sobre el ciudadano.
-Supeditación del ciudadano al Estado.
-Pluralismo político.
-Una sola visión del mundo, de la sociedad y del hombre.
-El Estado domina la vida pública y privada.
-Estado federal descentralizado.
-Ética socialista.
-Líder único con poder absoluto.
-Gobierno democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo y pluralista.
-Estado centralizado.
-Fusión de Estado y Partido.
-Libertad económica.
-Planificación económica centralizada.
-Culto a la personalidad de carácter semi religioso.
-Promoción de la iniciativa privada.
-No hay libertad económica.
--Planificación económica  centralizada.
-Se garantiza el derecho de propiedad.
-Se promueve un solo tipo de propiedad: la propiedad social.
-Una sola visión del mundo, de la sociedad y del hombre.
-Derecho al uso, goce, disfrute y disposición de bienes.
-No hay disposición de bienes.
-La violencia como instrumento del cambio social.
-No hay confiscación de bienes.
-Se crea el espacio socialista: comunas, ciudades socialistas y distritos motores.
-Segregación política y social.
-La familia es la célula fundamental de la sociedad democrática.
-La comuna es la célula fundamental del Estado comunal.
-No hay libertad económica.
-Las relaciones sociales se fundamentan en la gobernabilidad democrática.
-Se eliminan los gobiernos electivos, descentralizados, alternativos y pluralistas.
-No hay disposición de bienes.
-El consenso es el instrumento del cambio social.
-Se desarrolla solo el modelo productivo socialista.
-Se eliminan los gobiernos electivos, pluralistas, y alternativos.
 
-Las comunas se convierten en instrumentos ejecutores del poder central.
-Militarización de la sociedad civil.
 
-Se instrumenta el trueque y la moneda comunal.
-Relación directa líder-masas.
 
-Todas las comunas pertenecen a un distrito motor con autoridad única designada por el poder central.
-No hay libertad de pensamiento ni de expresión.
 
-El Banco Comunal solo financia al modelo de propiedad social.
-Confiscación de bienes.
 
-Poder popular secuestrado.
 

 

Prof. Freddy Alberto Pérez

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