martes, 26 de marzo de 2013

Nuestro camino: Carta de los Pueblos y comunidades Tradicionales (Brasil)

Nuestro camino: Carta de los Pueblos y comunidades Tradicionales (Brasil)

Nuestro camino: Carta de los Pueblos y comunidades Tradicionales (Brasil)

economia-solidariaEl mundo está enfermo; necesita ser sanado” (Ninawa, Hunikui, Acre)
En el ámbito de los eventos de la V Semana Social Brasilera y del Encuentro Unitario de los Pueblos del Campo, de las Aguas y de la Selva, nosotros, pueblos indígenas, quilombos, pescadores artesanales, seringueiros, vazanteiros, cortadoras de coco, pueblos del litoral y ribereños, comunidades del fondo y cierre de pasto y poseedores de todo el Brasil, mujeres y hombres de lucha, nos encontramos en Luziânia GO, los días 25 al 28 de febrero, para compartir alianzas y esperanzas y repensar nuestras luchas frente al avance, cada vez más acelerado y violento del capital y del Estado sobre nuestros derechos.
Vivimos el encuentro como un momento histórico, que confirma la realidad indiscutible de una articulación y alianza entre pueblos indígenas, quilombos, pescadores artesanales y campesinos. El diálogo entre pueblos y comunidades que expresan culturas y tradiciones diferentes, frecuentemente marcadas por prejuicios y rechazo, se vuelve hacia la defensa y reconquista de nuestros territorios. Este es el proceso que unifica sueños y estrategias en la construcción de un País diferente, que se opone a la enfermedad capitalista del agro e hidro-negocio, minería, hidroeléctricas, incentivada y financiada por el Estado, en nombre del llamado desarrollo y crecimiento del Brasil.
No nos dejaremos doblegar por el avance insaciable del capitalismo con su cortejo de políticas gubernamentales nefastas y genocidas. El Territorio no se negocia, no se vende, no se comercia. Es el espacio sagrado donde hacemos crecer la vida, nuestra cultura y capacidad de vivir, organizarnos, ser libres y felices. “Territorios libres, Ya!!!”.
“La esclavitud no ha terminado. Somos libres de las cadenas y de los grillos, pero continuamos presos al cautiverio del sistema”. (Rosemeire, Quilombo de los Ríos de los Macacos, Bahía)
Constatamos, más de una vez, con dolor y angustia, el retroceso armado por los tres poderes del Estado para deshacer, con leyes y decretos como el 303, PEC 215, ADIN 3239, y decretos de excepción, la Constitución que, supuestamente, garantiza nuestros derechos territoriales y culturales. Es terrible y doloroso lo que estamos viviendo en nuestras aldeas, quilombos y comunidades: nuestros territorios son invadidos, la naturaleza está siendo destruida, nuestra diversidad cultural irrespetada por la sujeción política a través de migajas compensatorias. ¡Nos quieren acorralar! Sufrimos humillaciones, violencias, muerte y asesinatos, lo que nos lleva a tomar una actitud.
El primer paso para una verdadera liberación del cautiverio al que estamos sometidos, es continuar el diálogo intercultural, para conocernos mejor, para conocer mejor nuestras diversidades, riquezas y luchas. El segundo paso es encontrar juntos estrategias de unificación de nuestros caminos para la construcción de un frente unificado, que pueda contraponerse, con eficacia, al capital y al Estado, a partir de movilizaciones regionales de los pueblos indígenas y de las poblaciones del campo, de las aguas y de la selva.
Estamos observando las acciones de los tres poderes del Estado brasilero; para defendernos de la arbitrariedad, de la destrucción de los derechos y de la violencia institucional y privada.
Frente a la total parálisis del gobierno de Dilma en cumplir la constitución, violando la legislación internacional (OIT 169) que, ha decretado, el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas y de las poblaciones tradicionales; por ello, exigimos la inmediata demarcación y titulación de nuestros territorios.
Creemos que nuestra lucha y la construcción de proyectos para el Buen Vivir, es sagrada, bendecida y acompañada por el único Dios en sus muchos nombres, y por la presencia animadora de nuestros mártires y encantados.
Luziânia, 28 de febrero de 2013

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